El conglomerado de abogados Defensores del Pueblo denunció este jueves un nuevo método de torturas contra los presos políticos en Nicaragua, que supuestamente consiste en meterlos en un barril con hielo y aplicarles choques eléctricos, en el marco de la crisis sociopolítica local.
«Están aplicando algunos métodos de tortura, que tienen que ver con el hecho de mantener a personas dentro de barriles de agua, a los que les echan hielo, y se aplican choques eléctricos», afirmó el miembro de Defensores del Pueblo, Julio Montenegro.
Las denuncias de torturas contra personas que han participado en protestas contra el presidente Daniel Ortega son comunes en Nicaragua desde el estallido social contra el gobernante en abril de 2018.
El informe de la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), presentado en septiembre pasado, indica que tiene «motivos razonables para creer» que en Nicaragua existen reos «sometidos a tortura, malos tratos, tanto físicos como psicológicos».
Entre las torturas y malos tratos la Acnudh mencionó «golpizas, registros corporales ilegales, amenazas de muerte y amenazas a las familias», y dijo haber documentado «casos de violencia sexual y de género contra mujeres, tocamientos inapropiados y amenazas de violación».
Montenegro afirmó que el más reciente tipo de tortura es aplicado por policías, contra opositores que son capturados por tres a ocho días, y que luego salen con traumas mentales o amenazas que muchas veces les impiden denunciar.
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«Muchas de las personas que salen, cortan comunicación, y no quieren comunicar nada al respecto de lo que han padecido», afirmó Montenegro, quien se negó a decir los nombres de los denunciantes y de las víctimas, por razones de seguridad.
«Les han dicho que los dejan en libertad, pero que no pueden garantizar su seguridad si, por ejemplo, un civil armado los agarra», explicó el defensor.
Los civiles armados en Nicaragua usualmente son paramilitares, que las autoridades han confirmado operan junto con la Policía Nacional, en contra de personas que rechazan a Ortega. Algunos de estos han matado en público a varios opositores, sin que se haga justicia, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
Al menos 328 personas han muerto en el marco de la crisis sociopolítica de Nicaragua, de acuerdo con la Cidh, que ha responsabilizado al Gobierno por crímenes «de lesa humanidad», cita que ha sido retomada por la Anucdh.
Organizaciones defensoras de derechos humanos locales han identificado hasta 595 víctimas, mientras que el Gobierno, que dice defenderse de un supuesto intento de «golpe de Estado», admite 200.
Grupos opositores sostienen que en Nicaragua hay unos 139 «presos políticos», pese a que en meses pasados fueron liberados unos 620.
La crisis de Nicaragua ha causado un éxodo de decenas de miles de personas que han huido al exilio, principalmente a Costa Rica y Estados Unidos.