Bogotá.- La crisis política, social y económica de Venezuela acaparó los debates de la Cumbre Concordia de las Américas, que comenzó este lunes en Bogotá, donde llovieron críticas al régimen de Nicolás Maduro y a otros de la región, como los de Cuba y Nicaragua, por sus atropellos a la democracia.
En esta cita, que durante dos días reúne a líderes políticos, empresariales y académicos de las Américas, la secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, Kimberly Breier, fue enfática al condenar a los gobiernos «autoritarios y represivos» del continente.
«En Venezuela, la dictadura de Maduro ha destruido el país y ha creado una crisis devastadora en lo político, social y económico. Es un régimen aislado que se aferra al poder día tras día, que no resuelve los problemas por la vía legítima», manifestó.
Breier participó en el panel «Una nueva era en las Américas», en el que afirmó que hay una migración de millones de personas y 780 prisioneros políticos, según cifras de la ONG Foro Penal Venezolano, lo que calificó como «estadísticas devastadoras».
Además de condenar la represión en Venezuela, la funcionaria del Departamento de Estado reprobó al apoyo que el Gobierno de Cuba le brinda a Maduro, lo cual tachó de «inaceptable» para la región y para Estados Unidos y pidió además a la comunidad internacional apoyar a los venezolanos y a su presidente interino, Juan Guaidó.
Al igual que Breier, el presidente colombiano, Iván Duque, afirmó durante el foro que los gobiernos latinoamericanos no pueden adoptar una posición pasiva frente a la crisis que aqueja al país petrolero.
«Cuando uno ve una tragedia humanitaria no puede estar en ningún lugar pasivo y por eso la invitación que debemos hacer todos los latinoamericanos no es a preguntarnos cuándo va a caer la dictadura, sino qué vamos a hacer para que caiga la dictadura y se restablezca el orden institucional», dijo Duque.
El presidente aseguró que la crisis en Venezuela y el éxodo que genera inciden en el rumbo de Colombia, pues está relacionado con «la política exterior y lo que ocurre con la región».
La crisis humanitaria ha obligado a 1.260.594 personas a buscar refugio en Colombia, de los cuales 770.975 lo han hecho de forma regular y los restantes 489.619 de manera irregular, según cifras de la agencia Migración Colombia.
Ante esto, Duque instó a los Estados que creen en la democracia y en las libertades a «denunciar los atropellos» para lograr que Venezuela «tenga ese paso a la libertad y a la verdadera democracia».
En esa dirección, el senador estadounidense Rick Scott dijo que espera que Venezuela no se convierta en una nueva Siria y afirmó que Maduro «lleva a cabo un genocidio» en su país.
«No podemos abandonar al pueblo, no podemos permitir que Maduro siga con el genocidio, no podemos dejar que Venezuela se convierta en Siria, no podemos permitir que esa amenaza inminente siga», acotó el senador republicano.
Scott, quien fue gobernador del estado de Florida entre 2011 y 2019, agregó que la comunidad internacional debe luchar por lograr «un nuevo día y con libertad» en Venezuela.
La situación de Venezuela también fue el centro de otro debate en el que el expresidente colombiano Álvaro Uribe; el representante de Guaidó ante el Grupo de Lima, Julio Borges, y el director ejecutivo de la Fundación para el Progreso, el chileno Axel Kaiser, analizaron el populismo en América Latina.
«La amenaza está, pero Venezuela va a poder lograr un cambio», dijo Borges, quien aseguró que la situación de su país repercute en toda la región y que la caída de Maduro «va a ser la caída de Cuba y de Nicaragua y va abrir un capítulo estelar en la historia«.
La primera jornada dedicó también espacio a la economía en un panel en el que el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, y el secretario de Energía de Estados Unidos, Rick Perry, dialogaron sobre el desarrollo de energías limpias y renovables.
De igual forma se discutió sobre el proceso de paz en Colombia, las soluciones de transporte en la región, el uso de la inteligencia artificial y la seguridad y defensa de América Latina.
«Concordia es el centro de las discusiones no partidistas y hoy tenemos una cumbre inclusiva con todos los sectores de la geografía; lo más importante es intensificar los diálogos», afirmó el presidente y cofundador del foro Concordia, Matthew Swif.
Con información de EFE