Como una manera de clamar por atención, los colombianos, sobre todo los que residen en las comunidades de más bajos recursos, han decidido colgar un trapo rojo a las afueras de sus viviendas. Con esto envían un mensaje a las autoridades en medio de la pandemia por el nuevo coronavirus: «Tenemos hambre».
Los residentes de las zonas populares de Colombia relataron a la BBC que desde que comenzó la cuarentena se quedaron sin empleo y, por ende, no tienen ingresos para cubrir sus necesidades. Por esta razón muchos han tenido que dejar de hacer tres comidas diarias para comer solo una vez.
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Aseguran que sus antiguos patrones o jefes se han desentendido de ellos en la mayoría de los casos y que por el aislamiento social no pueden salir a buscar nuevos empleos. Señalan que los comerciantes informales son los más afectados por esta situación. A la crisis de los colombianos se suman la de dos millones de venezolanos que habían llegado al país escapando de la crisis que vive Venezuela.
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Con información de la BBC
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