Ankara/Beirut.– El número de muertos por los potentes terremotos del lunes supera este miércoles, 8 de febrero, 11.200, de los cuales 8.574 se produjeron en Turquía y 2.662 en Siria. En los dos países golpeados por el desastre se contabilizan también casi 55.000 heridos, muchos con fracturas y cortes de gravedad.
Pese a que en Turquía hay desplegados unos 60.000 miembros de equipos de rescate en la zona más golpeada, la devastación es de tal grado y el área tan amplia que todavía hay lugares a los que no ha llegado ayuda alguna.
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Los rescatistas siguen encontrando a personas con vida después de llevar más de 50 horas bajo los escombros, pero las tareas son cada vez más desesperadas en medio de temperaturas gélidas y réplicas que complican los trabajos.
Este terremoto es el más grave registrado en Turquía en lo que va de siglo XXI. El seísmo más mortífero de los últimos 50 años, también de 7,4 grados de magnitud, se registró el 17 de agosto de 1999, con epicentro en Izmir, noroeste del país, y causó unos 17.000 muertos, 500.000 personas sin hogar, 45.000 heridos y 15 millones de afectados.
¿Por qué han sido tan mortíferos estos terremotos?
- Los geólogos españoles Antonio Aretxabala y Manuel Regueiro no consideran «extraño» el doblete del terremoto de Turquía y que se produjera una réplica casi tan alta como la del principal, de 7,8 grados.
- La poca profundidad a la que se registró ha agravado los daños, pero Aretxabala califica de «una barbaridad» que el terremoto alcanzara un valor de 2g, es decir, dos veces la aceleración de la gravedad, cifras a las que «no llegan ni los astronautas cuando suben a la nave».
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- Este hecho ocurrió en horas de la madrugada, cuando la gente estaba bajo techo y durmiendo. El país carece de un sistema de alerta sísmica al estilo de México, donde unos sensores monitorean permanentemente los movimientos de la tierra.
- De acuerdo con una nota de BBC, el tipo de edificios, su altura y robustez, también son factores determinantes para que un sismo sea más o menos mortífero. La sismóloga de la Red Sísmica Nacional de España, Arancha Izquierdo, apunta que «para una magnitud de 7,8 es muy difícil construir algo que lo resista, casi todas las construcciones no están preparadas».
- Por la historia geológica del lugar, algunos expertos esperan réplicas durante meses, unos terremotos más pequeños que sentirá la población. Sin embargo, Aretxabala y Regueirolo sostienen que no pueden predecir si se producirá otro gran terremoto.
Con información de EFE y BBC