Cinco de los quince fallecidos durante las protestas que acontecen por quinto día en Chile murieron presuntamente a manos de agentes del Estado, denunció este martes el Instituto Nacional de Derechos Humanos (Indh) en su último reporte de víctimas.
Para la Fiscalía son cuatro personas, entre ellas tres chilenos y un ecuatoriano, que murieron por acción de los militares, tanto por disparos como por un atropello efectuado por un vehículo de las Fuerzas Armadas. Entre las demás víctimas también hay dos colombianos y un peruano.
El Indh también advirtió cinco denuncias por violencia sexual presuntamente por las fuerzas del orden del Estado durante estas protestas que comenzaron el viernes pasado por el alza del precio del pasaje del metro, pero que han aglutinado otras demandas por la persistente desigualdad social en el país.
Los heridos ascendieron a 226, de ellos 123 por armas de fuego, según este reporte del Indh, prácticamente la única institución que está ofreciendo reportes diarios sobre las víctimas de este conflicto social.
La misma institución reportó 1.692 detenidos desde que comenzaron las protestas, de los que 210 son menores de edad, de acuerdo a los datos recogidos de 55 comisarías a nivel nacional.
Sin embargo, la Fiscalía de Chile aseguró que el número de detenidos desde el sábado es de 5.400 que han sido procesados por unos 200 fiscales desplegados a nivel nacional.
Las cifras fueron ofrecidas antes de un nuevo toque de queda decretado para la noche de este martes en la mayoría del país, en algunos casos en ciudades, otros en provincias o a nivel regional.
A lo largo de Chile se han registrado durante el día multitudinarias manifestaciones, la más grande de ellas en la Plaza Italia, en Santiago de Chile.
Para este miércoles está convocada por sindicatos y organizaciones sociales una gran manifestación en la capital del país mientras el presidente chileno, Sebastián Piñera, planea proponer una agenda de reformas sociales que atienda los reclamos de gran parte de la población.
El aumento del precio del pasaje del metro de la capital chilena marcó el inicio de una oleada de protestas que con el paso de los días, despertó el hartazgo de parte de la ciudadanía por las altas tarifas que pagan por servicios de luz o gas, el nulo reparto del sistema de pensiones o los deficientes servicios de salud pública, generando un estallido social desconocido en la historia reciente de Chile.