Washington.- El presidente Donald Trump y el exvicepresidente Joe Biden se enfrentarán este martes, 29 de septiembre, en su primer debate presidencial, cinco semanas antes de las elecciones generales del 3 de noviembre.
El debate durará 90 minutos y tendrá lugar en Cleveland, Ohio. La agencia de noticias Reuters resumió cinco puntos centrales de la discusión que endurecen el camino a la carrera presidencial entre los dos principales líderes de los partidos demócrata y republicano:
- Puntos calientes
El enfrentamiento televisado llega en un momento en el que Trump se enfrenta a preguntas persistentes, basadas en sus declaraciones sobre el amaño de elecciones o sobre si aceptará o no los resultados en caso de que resulte perdedor. Con millones de personas en casa viéndolo, ¿cómo responderá si Biden lo empuja a comprometerse con una transferencia de poderes pacífica?
Ambos candidatos también se pelearán por la nominación de Trump de Amy Coney Barrett a jueza del Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Trump está usando su candidatura para reunir a su base de votantes conservadores y distraer a las masas de su gestión del coronavirus y otros asuntos, mientras que Biden está advirtiendo sobre las amenazas para la atención sanitaria y el derecho al aborto.
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- El momento de Biden
Para Biden, el debate servirá como una especie de reintroducción. Aunque ha celebrado eventos limitados en algunos Estados y concedido entrevistas a los medios de comunicación, la pandemia de coronavirus lo ha dejado fuera de escena durante meses.
Esto le ha permitido mantener el foco donde él desea: en Trump y su desempeño en el cargo de presidente. Pero este martes, el candidato demócrata tendrá que labrarse sus propios argumentos para hacerse con la Presidencia, mientras da respuestas concisas y evita algunos de los percances verbales que lo han perseguido a lo largo de su carrera política.
Con Biden liderando en las encuestas, un fuerte resultado tras el debate podría poner a Trump contra las cuerdas, pero uno débil podría reconfigurar la carrera hacia la Presidencia.
- Responsabilidades
Cuando tiene enfrente asuntos como las alarmantes estadísticas sobre el coronavirus o los disturbios en las calles, Trump se apresura a culpar a los representantes demócratas, activistas y científicos. Uno de los objetivos de Biden será convencer al público que Trump es el responsable.
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Trump podría sacar ventaja de su administración, como a menudo trata de hacer con la economía. A los votantes les gusta ver a un presidente asumir la responsabilidad, para lo bueno y lo malo.
John Geer, un experto en la opinión de los votantes de la Universidad de Vanderbilt, se pregunta si Trump reaccionará mal a las preguntas agudas o poco amistosas del moderador Chris Wallace, de Fox News. «¿Tendrá Trump dificultades para contestar a preguntas que no sean fáciles de responder?», dijo Geer.
- Tergiversando la verdad
El intento de señalar constantemente la verdad frente a Trump podría convertir a Biden en un verificador de datos en tiempo real, posiblemente en detrimento del demócrata.
“Es un gran error tratar de hacer eso”, dijo Aaron Kall, el director de debate de la Universidad de Michigan. “Tienes que concentrarte en tu propia agenda.”
- Meterse en el barro
Biden ha mostrado su preocupación en voz alta por reaccionar a la propensión de los ataques ad hominem de Trump. En la campaña, el exvicepresidente ha mostrado a veces destellos de temperamento.
El domingo, Trump llegó a sugerir en un tuit que Biden tomará drogas para mejorar su rendimiento durante el debate, indicando que tal vez hay poco que no hará o dirá para poner nervioso a Biden e interrumpir el encuentro.
Las encuestas muestran que el frecuente cuestionamiento de Trump sobre la salud mental de Biden, de 77 años, ha calado en algunos votantes. El equipo de Trump buscará momentos en los que Biden parezca estar nervioso o inseguro para hacerle explotar.
“Si el presidente miente, llámalo mentira. Si ataca a Biden personalmente, simplemente encoge los hombros y no lo tomes como algo personal”, dijo Geer. “Biden necesita seguir siendo presidencial y duro, incluso si le salpica algo de barro en la chaqueta de su traje”.