Caracas.- Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia, reportó este jueves 2.027 fallecidos y 45.178 contagios por el nuevo coronavirus en las últimas 24 horas, según informó el gobierno, cuya gestión de la crisis sanitaria fue de nuevo cuestionada en un estudio académico.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, el país suramericano acumula 14.167.973 infectados y 383.502 decesos relacionados con el virus causante del COVID-19, según el boletín del Ministerio de Salud.
Brasil es el segundo país con más óbitos asociados a la enfermedad, después apenas de Estados Unidos (EE. UU.), y el tercero con más positivos, tras EE.UU. e India.
Aún así es la nación que más óbitos por COVID-19 ha notificado en la última semana, con un total de 19.578 muertes, por encima de las 11.534 en India y las 4.986 en Estados Unidos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta segunda ola de la pandemia, más virulenta y mortal que la primera, ha llevado al sistema público de salud brasileño al borde del colapso, con buena parte de las unidades de cuidados intensivos desbordadas y en medio de la falta de medicamentos para mantener intubados a los pacientes graves.
Un estudio divulgado este jueves por la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, y el centro de estudios económicos Fundación Getulio Vargas (FGV) de Brasil indicó que el presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, usó sus poderes constitucionales para dificultar el combate a la pandemia.
«Bolsonaro interfirió en el Ministerio de Salud como nunca antes se vio en el periodo democrático. Intervino en protocolos de tratamiento y hasta en el modo de divulgación de los datos de la pandemia», apuntó la profesora de la FGV Elize Massard, una de las autores del estudio, según recogió el diario ‘Estadao’.
«Si el presidente hubiera escogido otros caminos, Brasil podría haber presentado un desempeño mucho mejor. Podríamos haber sido un ejemplo», añadió.
Bolsonaro ha minimizado la peligrosidad del COVID-19, que tildó de «gripecita»; censurado el uso de mascarilla, recomendado medicamentos no comprobados científicamente para esa dolencia, e incluso recurrido a la Justicia las restricciones a la movilidad impuestas por los gobiernos regionales y municipales para controlar la pandemia.