Las inundaciones causadas por los temporales que azotan esta semana a Brasil, especialmente Río Grande do Sul, afectaron al menos a 41.000 refugiados en ese estado meridional del país, muchos de ellos procedentes de Venezuela y Haití, advirtió este viernes, 10 de mayo, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
«Muchos venezolanos y haitianos viven en zonas afectadas a las cuales solo se puede llegar en barco», aseguró el portavoz de Acnur, William Spindler, en rueda de prensa a los medios acreditados ante la ONU en Ginebra.
Según datos de la organización, Río Grande do Sul acoge a más de 21.000 venezolanos reubicados desde el estado de Roraima, en la frontera norte del país con Venezuela, y que recibe al mayor número de refugiados.
Más del 85 % del territorio de este estado se ha visto afectado por las inundaciones, unas 68.000 personas obligadas a vivir en refugios adaptados y más 327.000 abandonaron sus casas.
A escala nacional, las inundaciones masivas de Brasil han causado al menos 108 muertos y 134 desaparecidos, mientras que los afectados superan ya los 1,7 millones.
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Ante esta situación, Acnur, en coordinación con las autoridades locales, está proporcionando a la población afectada ayuda humanitaria y apoyo técnico para facilitar que los refugiados tengan acceso a la información oficial y las recomendaciones de protección y riesgos en su propio idioma.
También apoyará la expedición de nueva documentación para aquellos refugiados y solicitantes de asilo, cuyos documentos se hayan perdido o dañado como consecuencia de las inundaciones, a fin de garantizar que sigan teniendo acceso a prestaciones sociales y servicios públicos.
No obstante, la organización aseguró que necesita al menos 3,21 millones de dólares para poder cubrir las necesidades más urgentes, incluyendo la ayuda económica directa a las personas afectadas y el suministro de artículos de primera necesidad.
Los fenómenos meteorológicos extremos en Brasil han sido frecuentes y más devastadores en los últimos años, incluyendo sequías en la región amazónica y fuertes lluvias en los estados del norte Bahía y Acre.
En este sentido, la portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Clare Nullis, destacó que esta meteorología extrema se está viendo agravada en toda la región por el impacto del fenómeno meteorológico El Niño, pero también a causa de los efectos del cambio climático.
«Hasta que dejemos de producir gases de efecto invernadero, que son los que impulsan este clima extremo, vamos a ver más inundaciones y sequías intensas», aseguró la portavoz.