Boris Johnson dimitió este jueves, 7 de julio, como líder del Partido Conservador británico y, por tanto, como primer ministro del Reino Unido, tras semanas de polémicas y renuncias en su gobierno.
Johnson intentó convencer a su gobierno de que sería «extraño» dejar ahora el poder y lamentó haber «fracasado» en sus argumentos.
El mandatario hizo un breve discurso a la nación tras tres años de mandato ante las puertas de su residencia oficial de Downing Street en el en el que también reconoció que «en política, nadie es imprescindible».
En ese sentido, afirmó estar «inmensamente orgulloso» por los logros de su periodo al frente del Reino Unico, como el Brexit, la crisis de la pandemia y hacer frente a la agresión rusa en Ucrania.
Johnson, que había ganado con mayoría las elecciones generales de 2019, aceptó presentar la dimisión después de que más de 50 miembros de su Ejecutivo renunciasen en protesta con su gestión y los escándalos que han salpicado al «premier» en los últimos meses.