Auschwitz.- El antiguo campo de concentración de Auschwitz, donde murieron asesinadas más de un millón de personas durante la II Guerra Mundial, se prepara para conmemorar el 75 aniversario de su liberación con una ceremonia en la que «los supervivientes y no los políticos serán los auténticos protagonistas», aseguró a EFE el director de este museo-memorial.
El próximo 27 de este mes se darán cita en Auschwitz representantes de países de todo el mundo, entre ellos los reyes de España, Felipe VI y Letizia. Los mismos acompañarán a cerca de 200 exprisioneros en la ceremonia en recuerdo del fin de la pesadilla del campo más mortífero de los puestos en marcha por la Alemania nazi.
«La tragedia que se vivió en Auschwitz es una tragedia concreta, por eso nosotros queremos que los protagonistas sean quienes tengan la palabra, quienes se sienten en las primeras filas para transmitir su mensaje», explica Piotr Cywinski, director del museo-memorial que hoy es Auschwitz.
Conmemoración marcada por la polémica
Cywinski, un hombre corpulento que luce una frondosa barba, frunce el ceño cuando se le pregunta sobre la polémica que rodea a la conmemoración de este día, salpicada por los intereses de unos y otros.
«Me parece una elección extraña el dar la voz a los políticos en una ocasión como ésta (Cywinski evita nombrar los actos conmemorativos donde sugiere que los políticos juegan un rol más protagonista). En nuestro caso lo tenemos claro y los supervivientes serán siempre el centro de las conmemoraciones mientras estén con nosotros», afirma tajante.
Detrás de las palabras del director del Memorial de Auschwitz subyace la polémica que rodea a la conmemoración del Holocausto en Jerusalén el próximo día 23 de enero, en la que estarán mandatarios de la talla del presidente francés, Emmanuel Macron, o el presidente ruso, Vladímir Putin, y a la que no asistirá el presidente polaco, Andrzej Duda.
Duda se ha negado a participar en esa ceremonia porque no se le dará la palabra en los discursos oficiales, lo que considera una afrenta para Polonia, mientras que a otros políticos como a Putin sí se le permitirá dar un discurso.
«Entiendo la posición de Duda, creo que es normal que el presidente de un país donde se encuentra Auschwitz, el primer cementerio de judíos pero también el primer cementerio de polacos, haya reaccionado de esta manera», explica Cywinski.
“Los políticos no deberían meterse a historiadores”
La otra polémica que rodea este aniversario la protagonizó Putin, quien recientemente acusó a Polonia de haber buscado una alianza con la Alemania de Hitler antes del comienzo de la II Guerra Mundial.
Cywinski vuelve a fruncir el ceño: «Creo que en un día como éste (la conmemoración del Holocausto y de la liberación de Auschwitz) no necesitamos discusiones políticas, por eso pido a los políticos que se hagan a un lado y que dejen que sean los historiadores quienes hablen de historia, porque son los que saben».
«Los historiadores son quienes deben mantener el testimonio de la tragedia que hoy representan los supervivientes, cada vez con mayor edad y de quienes debemos aprender que tenemos la obligación de recordar lo que sucedió aquí», puntualiza.
Auschwitz, ¿un parque temático para turistas?
Y eso es lo que hoy quiere el Memorial de Auschwitz: luchar contra el vacío que deja el paso del tiempo manteniendo vivo un recinto histórico que el año pasado visitaron dos millones de personas, lo que a ojos de algunos ha convertido al antiguo campo de concentración en una especie de atracción turística, un parque temático que puede llegar a banalizar su legado.
«A mí me da igual la razón por la que nos visitan, lo que me importa es lo que pueden aprender aquí, lo que sienten, lo que experimentan y cómo nos dejan después de esa visita», señala el director del Memorial, quien subraya que el mundo posterior a la II Guerra Mundial, nuestro mundo actual, se ha construido sobre el sufrimiento que se vivió en campos como el de Auschwitz.
Recursos para conservar Auschwitz
75 años después de su liberación el tiempo hace estragos en el antiguo campo de concentración, que cada vez sufre más achaques y necesita mayores recursos para mantenerse en pie.
«Los países y las instituciones están colaborando para mantener vivo el legado, lo que evidencia que aún existe una conciencia fuerte de que Auschwitz es un espacio único que hay que preservar para las próximas generaciones», subraya Cywinski.
El último ejemplo de ese compromiso lo dio la canciller alemana, Angela Merkel, en su visita a Auschwitz el pasado 6 de diciembre, cuando anunció una donación de 60 millones de euros para llevar a cabo trabajos de conservación en el lugar al tiempo que reiteró que la «lucha contra el antisemitismo y contra toda forma de odio» es una de las prioridades de su Gobierno.
«Un recinto inmenso», recuerda su director, con 200 hectáreas, 155 edificios, ruinas, personal de mantenimiento y toda una infraestructura que hoy se enfrenta al reto del paso del tiempo con la conciencia de que su testimonio es más necesario que nunca.