Managua.- Un ataque armado contra una localidad indígena de la reserva de biosfera Bosawás, en el noreste de Nicaragua, dejó como resultado 6 muertos y 10 desaparecidos, entre ellos varias mujeres, informaron este jueves 30 de enero líderes de la comunidad Mayagna Sauni As.
El ataque ocurrió la tarde del miércoles en la localidad Alal, cuando decenas de «colonos» (invasores) armados atacaron a los indígenas que trabajaban en el campo e incendiaron sus viviendas, dijo a Efe el presidente de la comunidad Mayagna Sauni As, a la que pertenece la aldea, Gustavo Lino.
«Son 6 muertos y 10 heridos, además hemos contado 10 casas (chozas) quemadas. Es una cifra preliminar que se mantiene hasta que una comisión que bajó al lugar nos brinde datos más exactos», detalló Lino, vía telefónica desde Bosawás, una de las selvas más impenetrables de Nicaragua.
En un informe emitido este mismo jueves, la Policía Nacional únicamente reportó «el fallecimiento de dos personas del sexo masculino, a consecuencia de impactos de bala con arma de fuego», con base en una llamada de emergencia.
La policía nicaragüense, que dijo haber iniciado investigaciones, no se refirió a los desaparecidos, a la quema de viviendas ni al tipo de ataque ejecutado por los agresores, lo que causó incomodidad entre algunos de los denunciantes.
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El líder mayagna Larry Salomon explicó que los indígenas fueron emboscados y demandó a la Policía de Nicaragua investigar el ataque y a las Fuerzas Armadas que brinden protección.
«La gente de Alal tuvo que huir porque los colonos arrasaron con todo. Aquí no hay presencia del Ejército porque son comunidades alejadas, si va a suceder algo contra las familias indígenas es inevitable, por eso se toman medidas», sostuvo Salomon.
Las medidas referidas por el líder mayagna son las de «organización y autodefensa», es decir, realizar vigilancia, estar listos con sus arcos, flechas, machetes, ondas y «armas de cacería, aunque de estas son pocas».
Dichas armas no han evitado que los indígenas pierdan territorio ante los «colonos», ni la muerte de al menos 20 aldeanos desde 2015, según datos de la organización Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil).
La Cejil ha advertido que los indígenas del Caribe de Nicaragua corren el riesgo de ser exterminadas y se encuentran en una grave situación de abandono y vulnerabilidad debido a la constante invasión de sus territorios.
Los indígenas del Caribe nicaragüense reclaman que no se respeta la autonomía de sus territorios y que los «colonos» han provocado asesinatos, secuestros, heridos y desplazamientos forzosos, así como la pérdida de 1,5 millones de hectáreas de bosques desde 2009.
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