Actualmente, Argentina está entre los países latinoamericanos en donde más avanza la pandemia, una realidad que se suma a otra aún más preocupante: el alto número de fallecidos diarios desde comienzos de septiembre. En esta última semana, el país registró 2.882 muertes por covid-19, con una media diaria de 412 fallecidos.
De hecho, según el portal estadístico Our World in Data, dependiente de la Universidad de Oxford, Argentina es el país del mundo con más muertos por millón de habitantes de los últimos siete días, con cerca de 8, situándose muy por delante de República Checa (4,76), Israel (4,11), Colombia (3,21), Irán (3,11), México (2,68) y España (2,58).
Otro dato alarmante es la tasa actual de incidencia (porcentaje de positivos respecto al número total de pruebas): desde que comenzó la pandemia, Argentina hizo 2.373.496 testeos, con un porcentaje acumulado de positivos del 43,81 %, según señaló el Ministerio de Salud nacional en su reporte matutino de este lunes.
Una cifra que fue todavía mayor este domingo, puesto que el número de casos confirmados (10.561) respecto a los testeos totales (13.890) fue del 76 %, superando ampliamente el umbral del 10 % recomendado por la Organización Mundial de la Salud para certificar que se están haciendo suficientes pruebas.
La pandemia agrava la crisis
En cualquier caso, la sanitaria no es la única crisis que atenaza al país austral, sumido desde mediados del 2018 en una recesión agravada por las medidas de aislamiento impuestas para controlar la pandemia.
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Los datos hablan por sí solos: la economía se desplomó un 19,1 % interanual entre abril y junio, el desempleo avanzó hasta el 13,1 % en el mismo período y la tasa de pobreza superó el 40 % en los primeros seis meses del 2020, cinco puntos más que a principios de este año.
Asimismo, Argentina afronta desde mediados de septiembre una creciente tensión cambiaria, con una brecha entre el dólar oficial y el informal superior al 100%, lo que ha levantado temores respecto a una posible devaluación del peso argentino.