San Antonio del Táchira.- La migración masiva se mantuvo el martes en movimiento sobre el puente Simón Bolívar, que une a Colombia y Venezuela.
Un día después de que las autoridades decretaran la reapertura oficial de la frontera para el paso de vehículos de carga, la dinámica siguió sin cambios aparentes, con una vía despejada para camiones que nadie sabe cuándo pasarán.
Mientras tanto, cientos y hasta miles de personas caminan sobre el puente como es habitual, una normalidad que continuó el martes en la zona, donde también transitan caravanas de migrantes que, desde que cerraron la frontera en 2015, optan por cruzar a un lado u otro a través de rutas ilegales, mientras las fuerzas de seguridad se hacen la vista gorda.
Actualmente, unas 30.000 personas al día transitan por los pasos legales entre ambas fronteras, según cifras oficiales. «La apertura debería favorecer el tránsito más seguro de los migrantes», augura para BBC Ronna Rísquez, especialista en crimen organizado.
A pesar de que en junio de 2021 se suavizó y se permitió el paso de modo parcial, el tránsito sigue siendo restringido y con horarios. Rísquez también apunta que ante los controles surge lo ilícito: se calcula que alrededor de otras 30.000 personas pasan diariamente de modo ilegal.
Las trochas
Del lado colombiano, las dos trochas más cercanas al puente Simón Bolívar se llaman «Los Mangos» y «La Marranera», por donde el día después de la apertura fronteriza no paraban de entrar o salir personas con carretas o varias maletas, sin ningún control de mercancías.
Agentes de seguridad de Colombia dijeron a EFE que las trochas estaban «tranquilas como siempre», aun cuando civiles que parecen llevar el control impiden grabar o hacer entrevistas en estas áreas.
Del lado venezolano, los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) no permiten ni siquiera hacer imágenes sobre el puente, desde donde se puede ver la caravana de personas que cruzan el río a toda hora.