Nairobi.- El empresario colombiano Alex Saab, supuesto testaferro de Nicolás Maduro, aseguró a EFE que no tiene intenciones de colaborar con EE. UU. una vez sea extraditado por Cabo Verde, donde está detenido a petición de Washington.
“Mi detención ilegal tiene una motivación totalmente política y es patético que el Gobierno de Cabo Verde haya doblado la rodilla ante EE. UU.”, dijo Saab, de 49 años, desde el lugar donde cumple casa por cárcel, en el que solo tiene acceso telefónico a su familia y sus abogados.
El Gobierno y una corte del país africano aprobaron la entrega del supuesto testaferro a pesar de sus apelaciones ante el Tribunal de Justicia de Cabo Verde. Sin embargo, Alex Saab deposita sus esperanzas en el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedao), que este mes de marzo debe tomar una decisión sobre su extradición.
“No he cometido ningún delito”, reitera quien hoy guarda relación con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de corrupción mediante los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) del gobierno de Maduro.
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Alex Saab concluye diciendo que desde su imputación en julio de 2019, Estados Unidos no ha presentado ni una sola prueba que sustente las acusaciones en su contra.
“Las únicas pruebas consisten en insinuaciones y medias verdades que provienen de testigos desacreditados que recibieron a cambio la ciudadanía estadounidense. Mi equipo de defensa ha reunido una poderosa refutación de las acusaciones y sé que, si llega el momento, podremos desestimarlas con contundencia”, manifestó.