El ataque terrorista que sufrió Estados Unidos causó una marca profunda en su estructura de esa potencia y de toda la cultura occidental. Aquel 11 de septiembre, 19 terroristas miembros de la organización islámica Al-Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales y lograron impactarlos contra objetivos clave: las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Arlington. Los estadounidenses recuerdan hoy a las casi 3.000 víctimas que dejaron esos sucesos
Estados Unidos conmemora el 20 aniversario de los ataques terroristas más significativos de la historia. Aquel 11 de septiembre de 2001 el atentado que marcó a Nueva York tras el derrumbe de las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York y el dañó la sede del Pentágono en Arlington, Virginia, acabó con la vida de casi 3.000 personas y demostró la vulnerabilidad del sistema estadounidense. El mundo aún recuerda esa mañana cuando 19 terroristas del grupo Al Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales para hacer tambalear a la potencia más poderosa del planeta.
Hoy Nueva York luce recuperada de la conmoción de aquel suceso: después de los días duros de la pandemia de coronavirus, la economía mejora, según reseña Deutsche Welle, la metrópoli poco a poco toma el ritmo. Pero desde 2001, un día como hoy, ya nada es igual. No sólo en Estados Unidos, sino también en países que viven bajo los parámetros de la cultura occidental.
Ese 11 de septiembre, 19 miembros de la organización terrorista islámica Al-Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales y lograron impactarlos contra tres de sus objetivos: dos en las Torres Gemelas de Nueva York y uno en el Pentágono. El cuarto se estrelló a campo abierto cerca de Washington D. C.
La Oficina del Forense de Nueva York anunció este martes 7 de septiembre que ha identificado a dos nuevas víctimas de aquellos atentados. Dorothy Morgan, de la localidad de Hempstead, es la víctima número 1.646, mientras que la 1.647 es un hombre del que no se ha revelado su identidad a petición de sus familiares.
A continuación algunos puntos clave para recordar a propósito del 20 aniversario del ataque terrorista:
Secuencia
- Un Boeing 767 de American Airlines se estrelló contra una de las torres gemelas de Nueva York, a las 8:45 am. El avión llevaba 81 pasajeros a bordo y 11 tripulantes. El impacto provocó un agujero en los últimos pisos del edificio, de 110 plantas, y un enorme incendio.
- Se produjo un segundo choque a las 9:00 am. El segundo avión, de United Airlines, un Boeing 757 que volaba de Boston a Los Ángeles con 56 pasajeros y 9 tripulantes se estrelló contra la torre sur, la otra de las «Twin Towers». La impactó por su parte media y poco después provocó su implosión.
- Otro avión de American Airlines se estrelló en el Pentágono. Cubría la ruta Washington-Los Angeles con 58 pasajeros y 6 tripulantes. El objetivo era atacar la Casa Blanca.
- Hacia las 10:00 am la torre sur del complejo World Trade Center se derrumbó. Luego, cayó la torre norte, que fue la primera en ser atacada. El pánico se extendió por la isla de Manhattan, sus alrededores y los lugares del mundo que ya transmitían los primeros videos de los hechos.
- Se produjo un cuarto atentado. Un vuelo de United Arilines de Newark (New Jersey) a San Francisco se estrelló en Somerset (Pennsilvania), con 38 pasajeros y 7 tripulantes.
- Ese mismo día, en horas en que caía la noche, Kabul, capital de Afganistán, fue atacada por misiles en plena noche. Un portavoz del Pentágono desmintió que Estados Unidos haya estado detrás de esa operación.
- Las operaciones fueron dirigidas por el saudí Osama bin-Laden desde una tienda de campaña en Afganistán
Ese 11 de septiembre, 19 miembros de la organización terrorista islámica Al-Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales y lograron impactarlos contra tres de sus objetivos: dos en las Torres Gemelas de Nueva York y uno en el Pentágono
Ruth Beltrán, periodista
Recuerdos del 11-S
- La periodista Ruth E. Hernández Beltrán, de la agencia EFE, recordó cómo vivió ese día y todo lo que sucedió a su alrededor, en lo que describe como rostros de terror e incertidumbre de una muchedumbre que huía sin rumbo.
- «Temprano esa mañana me disponía a cubrir las primarias demócratas cuando recibí la llamada que me dejó paralizada. Miré la televisión y no podía creer lo que veía».
- Hernández iba tomando nota de todo. «Entre la sorpresa, sollozos, la confusión y el terror, los neoyorquinos vivimos también uno de los momentos de más angustia e impotencia cuando personas comenzaron a tirarse de los pisos altos para escapar del infierno», relata.
- Asegura que mientras recorría las calles vio el llanto y desesperación entre los que intentaban hacer una llamada desde un teléfono público, sin éxito.
- Detalla que, hacia lo que ahora se conoce como la «Zona Cero», se dirigían bomberos y ambulancias «con las sirenas atronando en el aire».
- «De forma inexplicable, de entre los escombros salían algunos hombres, cansados y cubiertos de polvo. Como periodista, uno de los trabajos más desgarradores de mi carrera fue entrevistar a familiares que buscaban con fotos a sus seres queridos», recuerda.
- 12 horas después del derrumbe, el ciudadano John Feal corrió hasta la primera línea de la Zona Cero y dio lo mejor de sí como supervisor de demolición durante cinco días y medio, hasta que sufrió un aparatoso accidente cuando una viga de metal de casi 4 toneladas le cayó en un pie, tras lo que pasó 11 semanas hospitalizado.
- «Los trabajadores no uniformados, miembros de sindicatos, comerciantes, electricistas y fontaneros comunes superamos en número a los policías y bomberos, cinco a uno. Hoy seguirían limpiando la Zona Cero si no fuera por esos hombres y mujeres que llegaron, ciudadanos de a pie, y pusieron su salud a un lado», dijo Feal para EFE.
Temprano esa mañana me disponía a cubrir las primarias demócratas cuando recibí la llamada que me dejó paralizada. Miré la televisión y no podía creer lo que veía
Ruth Beltrán, periodista
Dos décadas después
- A raíz de esta masacre, la política y la sociedad cambiaron, no solo en EE. UU., sino en todo el mundo. La lucha contra el terrorismo, el desarrollo tecnológico y la vigilancia de los ciudadanos tomaron una dimensión y un rumbo que nadie hubiera previsto antes de los ataques.
- El actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el viernes 3 de septiembre una orden ejecutiva para la desclasificación de documentos hasta ahora secretos sobre la investigación que llevó a cabo el FBI para aclarar los atentados terroristas.
- A principios de agosto de este año, cientos de supervivientes y familiares de las víctimas de los atentados pidieron a Biden que no asistiera a los actos de conmemoración, a menos que su Gobierno publicara nuevos archivos sobre lo ocurrido, especialmente sobre si Arabia Saudita jugó algún papel en los ataques.
- La guerra contra el terrorismo lanzada por el entonces presidente de EE. UU., George W. Bush, y la muerte de Osama bin Laden, obligaron al grupo a reorganizarse para su supervivencia, pero dos décadas después siguen siendo una amenaza, según una reseña de la agencia de noticias Europa Press.
- Con el egipcio Ayman al Zawahiri al frente desde 2011, Al Qaeda ha ahondado en su proceso de descentralización, con un núcleo central oculto en algún lugar entre Afganistán y Pakistán y varias filiales desplegadas por todo el mundo, que han ido cobrando protagonismo.
- Expertos en terrorismo han venido advirtiendo durante todo este tiempo, según Europa Press, que Al Qaeda está lejos de estar vencida y que seguía constituyendo una amenaza a la que había que prestar atención.
Los talibanes tienen lazos profundamente arraigados e inseparables con Al Qaeda, comparten la misma ideología (…) Los talibanes no podrán cortar sus lazos y prevenir actividades de Al Qaeda en Afganistán
Funcionarios del gobierno de Afganistán
Medidas de seguridad
- Uno de los primeros cambios que implementó Nueva York tras el ataque fueron las estrictas medidas de seguridad, que perduran dos décadas después tanto en los aledaños de la Zona Cero como en los medios de transporte neoyorquinos.
- La plaza en la que ahora se encuentra el homenaje a las víctimas está rodeada de puestos de policía, barreras metálicas y, en algunas zonas, señales que indican la prohibición de la presencia de peatones, una muestra inequívoca de la profunda preocupación ante la eventualidad de otro ataque terrorista de gran dimensión.
- En el transporte público de Nueva York, la campaña «If you see something, say something» (Si ves algo, di algo) recuerda constantemente a los pasajeros que alerten a las autoridades ante cualquier paquete o bolsa abandonada.
- La frase nació el 12 de septiembre de 2001 y fue adoptada por la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) unos meses después, y desde entonces ha supuesto una fuente de ansiedad para los transeúntes, a los que se recuerda incesantemente el peligro de un atentado contra la ciudad.
Talibán y Al Qaeda
- La invasión estadounidense de Afganistán tras el 11-S, el mismo año 2001, se justificó por el apoyo talibán al grupo yihadista Al Qaeda. Veinte años después, los islamistas sostienen que ese vínculo ya no existe y que no acogerán a terroristas en suelo afgano, pero algunos observadores de carácter político aseguran que mienten.
- El regreso de los talibanes al poder tras una ofensiva relámpago que duró menos de dos semanas y que culminó con la caída de Kabul el pasado 15 de agosto, hace temer ahora que Afganistán vuelva al punto en que estaba hace 20 años.
- Los talibanes insisten en que Afganistán no volverá a acoger células terroristas en la región.
- «Los talibanes tienen lazos profundamente arraigados e inseparables con Al Qaeda, comparten la misma ideología (…) Los talibanes no podrán cortar sus lazos y prevenir actividades de Al Qaeda en Afganistán», sostuvo a EFE un alto funcionario del anterior Gobierno afgano, que pidió el anonimato.
- Una nota de EFE indica que en las últimas dos décadas los miembros de Al Qaeda ayudaron a los talibanes a financiar la guerra contra las tropas estadounidenses, y proporcionaron conocimientos en materia táctica y armamentística para resistir la presencia militar norteamericana.
- Los talibanes pactaron en las negociaciones de paz de Doha, en febrero de 2020, cortar las relaciones con cualquier grupo terrorista, en especial con Al Qaeda, a cambio de la retirada definitiva de las tropas de EE. UU. y de la OTAN de Afganistán.
- Un informe de la ONU, publicado en junio de 2020, reveló que Al Qaeda permanece «activa de manera encubierta» con entre 400 y 600 miembros, incluidos sus «altos dirigentes», en al menos 12 de las 34 provincias afganas.