Reporte: Infociudadana Alexandra González
Carabobo.- Este martes 6 de octubre, la infociudadana Alexandra González denunció que los encargados de realizar los sepelios en el cementerio municipal de Puerto Cabello (Carabobo) no están cumpliendo con el proceso de eliminación de desechos biológicos y material de bioseguridad utilizado al momento de enterrar cuerpos de personas fallecidas por COVID-19.
González asegura que los enterradores abandonan en cualquier lugar del camposanto, a la intemperie, los equipos de protección que utilizan al procesar cadáveres contaminados por COVID-19, exponiendo a los visitantes de la necrópolis a posibles contagios de esta enfermedad.
“Esos desechos quirúrgicos como guantes, trajes de bioseguridad, tapabocas y demás deberían ser incinerados en un ambiente controlado para evitar contagios, pero ellos los dejan sobre las tumbas o en el suelo, con todo el peligro que ese implica si alguien decide tocarlo”, denunció.
Esto vendría sucediendo al menos desde julio, cuando comenzó a aumentar la cantidad de personas fallecidas por el virus en la entidad, asegura González. La infociudadana se comunicó con los vecinos que viven cerca del cementerio municipal, en la parroquia Juan José Flores de Puerto Cabello, quienes afirman haber denunciado anteriormente esta situación ante la alcaldía, pero no haber sido escuchados.
Además del miedo por el riesgo de contagio que esto representa, los vecinos también denuncian que del cementerio salen muy malos olores, ya que los cadáveres de personas fallecidas por COVID-19 los están enterrando mayoritariamente en fosas comunes.
La comunidad no solo exige que se cumplan las normas de bioseguridad correspondiente en la necrópolis con el fin de mantener seguros a vecinos y visitantes, sino que también se recupere el cementerio, ya que este se encuentra en muy mal estado, con tumbas profanadas, vegetación descuidada y sin seguridad alguna, pues los delincuentes han tomado control de la zona para asaltar a los deudos.
Funeraria clausurada
A la denuncia anterior, la infociudadana Alexandra González agrega que el Servicio Auntónomo Municipal de Administración Tributaria (Semat) de Puerto Cabello clausuró el pasado 9 de septiembre a la funeraria La Rosa de Sarón por supuestos ilícitos tributarios.
No obstante, aunque la dueña de la empresa, Zunilde de Mendoza, entregó los soportes tributarios solicitados por la Superintendencia que comprueban que la funeraria está al día con sus deberes, el organismo se niega a permitirle que vuelva a funcionar.
Mendoza, según declaraciones recogidas por González, apunta que esta decisión podría estar relacionada con Daniel Dao, director municipal del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) en Puerto Cabello.
Mendoza mantiene que Dao guarda relación con las funerarias La Candelaria y La Piedad del Señor, y permite el retiro de cadáveres de fallecidos por COVID-19 en las morgues de la entidad únicamente a personas de estas funerarias, aun cuando los deudos hayan decidido contratar servicios con otras empresas como La Rosa de Sarón por ser más económicas y poder costear sus servicios.