Santa Elena de Uairén.- Tres días de cierre de las trochas fronterizas, la imposición de una nueva alcaldesa por parte del gobierno de Maduro y la entrega de 100 toneladas de alimentos como ayuda humanitaria desde la Asamblea Nacional; fueron los hechos más resaltantes que acontecieron esta semana en Santa Elena de Uairén, municipio Gran Sabana.
Todo esto transcurrió ante la incertidumbre en la que viven pobladores de Santa Elena de Uairén desde el pasado 23 de febrero, cuando se cerrara la frontera ante una ola de disturbios que dejó muertos, heridos, detenidos y perseguidos.
Lugareños que han debido adaptarse a convivir con quiénes trafican alimentos y las vacunas en moneda extranjera que se deben cancelar al Ejército si es que se quiere pasar al Brasil.
El pasado lunes y martes las trochas se mantuvieron cerradas por supuestos preparativos que se hacían para que funcionarios del alto gobierno encabezaran un acto de reapertura de la frontera el miércoles, el cual no se llevó a cabo. Durante esos dos día,s no pudieron cruzar la línea fronteriza ni los 1.200 niños venezolanos que estudian en Brasil.
El miércoles se abrió el paso por estos caminos verdes y efectivos militares que custodian la zona le informaron tanto a El Pitazo como a pobladores, que las actividades de reapertura se pospusieron para este viernes, 26 de abril, pero tampoco ocurrió.
Paralelo a estos eventos, llegaron a la capital del municipio Gran Sabana autobuses con afectos al partido de Gobierno, quienes tomaron la sede de la alcaldía e hicieron un acto para destituir «formalmente» al alcalde Emilio González, quién se encuentra en el exilio desde el pasado 23 de febrero cuando pidieron su detención «vivo o muerto«, e impusieron a Nancy Ascencio como encargada de ese despacho.
Por otro lado, el diputado Miguel Pizarro anunció la entrega de 100 toneladas de ayuda humanitaria a las zonas más vulnerables de Santa Elena de Uairén, entre las que destacan las poblaciones indígenas que se caracterizan por su difícil acceso y ausencia de electricidad.
El ingreso de gandolas cargadas con alimentos de Brasil hacia Venezuela no ha cesado, estos son los únicos vehículos autorizados para cruzar por la carretera principal que comunica a los dos países. Mientras algunos taxistas abrieron una nueva ruta en complicidad con militares, para transportar a venezolanos que decidieron usar está vía para emigrar.