Ciudad Guayana.- A 57 años de la primera colada de acero en Sidor, los empleados de la otrora productiva industria dicen tener claro que el responsable de la debacle de esa empresa estatizada en 2008 es Hugo Chávez, a quien acusan de destruir la siderúrgica bajo la excusa de la nacionalización, mientras señalan a Nicolás Maduro de seguir ese legado hasta lograr apagarla por completo.
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La acería cuenta con una nómina, en papel, de unos 14 mil trabajadores, aunque este número ha disminuido debido a la diáspora venezolana.
En julio de 1962, Sidor vertió su primera colada de acero en el horno uno, y cinco años más tarde, en 1967, alcanzó cerca de dos millones de toneladas de acero líquido anuales. Más de medio siglo después, los trabajadores aseguran que el panorama dentro de las instalaciones es desolador.
“Ya no existe ese calor que generaban las altísimas temperaturas durante cada proceso dentro de la planta; esto se acabó, está muerto; dan ganas de llorar”, dijo un trabajador de la zona de laminación en frío.
En esa área hay unos cuatro galpones con máquinas, que, según el empleado, no se mueven desde hace varios años. “Aquí el acero lo convertíamos en láminas, y entonces salía la lata, el pote, el tambor”, añadió el obrero, quien prefirió no identificarse porque puede haber represalias en su contra por hablar de cómo está la empresa puertas adentro.
El crítico panorama de las áreas de la siderúrgica que fue referencia para Latinoamérica y que alcanzó cifras récord de producción antes de la estatización, es el relato en común que tienen los empleados.
En 2007 la producción fue de 4,5 millones de toneladas de acero líquido, pero el año siguiente, cuando Hugo Chávez ordenó que la fábrica pasara a manos del Estado, se notó el desplome, pues se logró producir 3,6 millones de toneladas. Aunque en ese momento la caída no fue abrupta, lo sería varios años más tarde.
Por ejemplo, en 2019, Sidor no ha producido ni una gota de acero líquido, según confirmaron a El Pitazo trabajadores y dirigentes sindicales. El sindicalista Carlos Mata, quien es empleado de Sidor desde 1985, dice que actualmente la industria muestra su peor cara. “Esta no es la imagen de los años 80 ni 90, cuando éramos escuela para técnicos y artesanos en la región”, detalló Mata.
El trabajador, con más de 30 años de experiencia, argumentó que el socialismo fue la fórmula que vendió el entonces presidente Hugo Chávez para ofrecer un supuesto control obrero, pero causó el efecto contrario: una empresa cada vez más a espaldas de los obreros y con cifras rojas de producción.
“Esto es un depósito de chatarra, entonces vemos a los trabajadores caminando por la planta como si se tratara de un desierto, buscando agua de dónde beber”, comentó el dirigente sindical. Mata agregó que ha sostenido reuniones con expertos y la posible inversión para la reactivación de Sidor podría sobrepasar los 2.500 millones de dólares.
“Es casi como pagar una empresa nueva. Hoy Sidor regalada sale cara”, reveló el trabajador, mientras dijo que la precaria situación de acerías, tren de barras y alambrón, laminación en caliente y laminación en frío no podrá mejorar si sigue Nicolás Maduro en el poder, porque, insiste, el proyecto socialista es el causante de la debacle.
También denunció que los derechos de sus compañeros han sido violados permanentemente durante los últimos años, porque no solo se les persigue, sino que no los dotan de los insumos necesarios para laborar, el sueldo no les alcanza, no tienen transporte ni tampoco servicios de seguro médico adecuados. Para el dirigente sindical, ese panorama es la antítesis de la promesa socialista del 2008.
Actualmente, la nómina de Sidor es de unos 14 mil trabajadores; sin embargo, ese volumen ha disminuido por cantidad de empleados que han abandonado sus puestos para irse del país, debido a la crisis económica y humanitaria que atraviesa Venezuela.
Producción cero
Trabajadores y dirigentes sindicales coinciden en decir que Sidor logró su récord de producción cuando estaba en manos de entes privados, hecho que no ocurrió después de la estatización. Jorge Machuca, trabajador con 25 años de experiencia y exdirigente del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y sus Similares (Sutiss), da fe de eso.
“Por ejemplo, nosotros en laminación en caliente, donde fabricábamos bobinas grandes, llegamos a hacer 220 piezas por turno y lográbamos batir récord de producción casi todos los días, pero cuando lo tomó el Gobierno, lo máximo que se llegó a producir por turno fueron 50 bobinas”, relató Machuca.
Hace un mes, la directiva de Sidor anunció la activación de la planta de pellas, pero el arranque duró poco, pues una falla eléctrica apagó de nuevo esta área.
“Justo Noguera, Pedro Maldonado y su gente, con el fin de hacer publicidad y decir que habían reactivado algo, ordenaron hacer mantenimientos en el área sin contar con los equipos, porque lo que hicieron fue cambiar repuestos viejos de otras zonas y llevarlos a planta de pellas. Eso generó una explosión en un transformador”, detalló.
Sindicato secuestrado
Además del tema de la producción, Sidor fue reconocida por tener una de las organizaciones sindicales más sólidas del país: Sutiss. Para Jorge Machuca, no queda nada de eso. “Antes éramos un sindicato combativo, luego la organización quedó convertida en un ala del Gobierno para hacer todas sus triquiñuelas”, dijo el exmiembro del sindicato.
Denunció también que el sindicato Sutiss no cumple con una de las funciones esenciales de una organización que vela por los derechos de los empleados: discutir y aprobar contratos colectivos. Solo firma lo que el Gobierno ordena, sin consultar con los trabajadores.
En al actualidad, esa organización sindical tiene su junta directiva vencida, y uno de sus miembros, José Meléndez, es gerente de Desarrollo Social de la Corporación Venezolana de Guayana.
Recuperación de Sidor
Recuperar a Sidor con Maduro en el poder no es posible, opinó Machuca. Por eso, dijo, están presentando propuestas a Juan Guaidó para recuperar el parque industrial. “Yo estoy convencido de que estas empresas las podemos recuperar, las podemos relanzar, pero con un Gobierno diferente, y además debe haber participación de la empresa privada”, concluyó.
En esta afirmación coincide el dirigente y extrabajador Carlos Mata, “porque este Gobierno lo que hizo fue desmembrar a nuestra empresa desde adentro; sin embargo, para nosotros Sidor sigue siendo una madre, y el amor de un hijo por una madre nunca cambia”. También guarda esperanzas de reactivar la estatal, cuando Nicolás Maduro salga del poder.