Al menos 2.500 indígenas waraos que viven en precarias condiciones en la región norte de Guyana, necesitan asistencia humanitaria urgente, alertó la ONG Kapé Kapé en un informe difundido este miércoles, 1 de diciembre. Se trata de nativos cuyas aldeas de origen están en Delta Amacuro y Bolívar, en Venezuela, pero que salieron del país por la crisis humanitaria compleja.
El dato de la ONG se sustenta en una cifra ofrecida por un representante de Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Guyana, quien les alertó que los aborígenes no cuentan con servicios básicos y que apenas comen una vez al día, aunque en los casos más críticos es probable que no logren conseguir alimentos durante 24 horas.
“El personal de Acnur señala que el gobierno de Guyana requiere de apoyo para enfrentar la crisis migratoria que aumenta su número ante la gravedad económica que atraviesa Venezuela”, indicó la ONG.
Indígenas desplazados
Una de las historias de los desplazados es la de Yili Valenzuela, quien llegó a Georgetown, Guyana, a finales de 2020. Valenzuela vivía en Playita de Volcán, una comunidad cerca de Tucupita, Delta Amacuro. Ella le dijo a Kapé Kapé que luego del fallecimiento de su padre por falta de medicinas, decidió irse de Venezuela.
“La curiara que le transportó duró varios días por el Orinoco hasta llegar a las desembocaduras del río padre, en la línea fronteriza de Venezuela y la Guyana Esequiba”, detalló la organización, citando el relato de la indígena migrante.
De acuerdo con cifras de Acnur incluidas en el informe de Kapé Kapé, al menos 8.000 indígenas nativos de la región Guayana de Venezuela han sido desplazados hacia otros países por la crisis: 4.500 están en Brasil, 2.500 en Guyana y al menos 1.000 residen en Trinidad y Tobago. La oficina internacional añade que todos están en condiciones precarias y con necesidad urgente de ayuda.