Ciudad Bolívar.- La médica Érica Salarrabia, residente del área de Pediatría del hospital Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar, estado Bolívar, fue amenazada por un presunto funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) mientras evaluaba a su hijo, la mañana de este 13 de julio.
En un video que se difundió en redes sociales, se conoció la denuncia de la agresión que sufrió la médica residente de Pediatría, quien explicó que la acción ocurrió en la carpa del área de COVID-19 mientras atendía a un paciente pediátrico y ordenó hacerle una placa de tórax.
“Le mandé a hacer el rayo X, y la mamá de la niña regresó pegando gritos, diciendo que si su hija se contaminaba por COVID-19 era por mi culpa; que al paciente lo habían metido en un área COVID-19 y que si se enfermaba iba a sufrir las consecuencias», narra la médica en el video.
«En eso llegó su esposo -continúa Salarrabia en el video-, se arrodilló en el piso y dijo que era funcionario Cicpc. Afirmó que yo las iba a pagar, que me iba a refundir en la cárcel (…), y llamó a alguien por teléfono y le dijo que llegara con la patrulla. Me dijo que eso iba a trascender y que nos iba a matar a todos los que estábamos en la carpa”.
Los médicos del hospital Ruiz y Páez explicaron a El Pitazo que desde que se inició la cuarentena fue habilitada un área, lejos del lugar en el que están los pacientes positivos y en la entrada del área COVID-19, para realizar los rayos X, con el fin de que las personas que asistan con cuadro respiratorio no ingresen a los servicios del centro de salud.
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Las amenazas por parte de pacientes y acompañantes hacia los médicos no son nuevas en el hospital Ruiz Páez. Estos profesionales no cuentan con seguridad ni resguardo policial, según explicaron, por lo que temen que algo les suceda.
“No es la primera vez que un paciente o acompañante se pone agresivo en el área de emergencia y en la carpa, aunque no hemos tenido una situación tan fuerte como esta recientemente», explicó un médico residente de la carpa, quien prefirió no revelar su identidad por temor a represalias.
De acuerdo con la misma fuente, los médicos exigen contar con seguridad. «Solo tenemos a los vigilantes que fungen como porteros, pero no es mucho lo que pueden hacer. En el día es cuando más necesitamos a funcionarios policiales”, afirmó.
Falta de insumos
En el área de COVID-19 y en la carpa en la que atienden a los pacientes no cuentan con los suministros de bioseguridad necesarios para su protección personal y de las personas que llegan con problemas respiratorios.
“No tenemos tapabocas y por eso estamos reciclando unos N95 viejos; tenemos que traer suministros de nuestras casas. No estamos colapsados, pero si seguimos atendiendo pacientes en esta condición, vamos a colapsar”, indicó el profesional de la salud.