Tucupita.- Un maestro jubilado con estudios universitarios y maestrías, Erasmo Rafael Lista Lepage, aseguró este fin de semana que se encuentra al borde de la indigencia ante el colapso de su ingreso como docente y comunicador social. El profesional de la docencia alertó a sus amigos y familiares a través de sus redes sociales que irá a las calles ante la miseria y la humillación de tener un ingreso de 800.000 bolívares como docente profesional jubilado.
En su alerta, Lepage lanzó su interrogatorio: «¿De qué sirve ser profesional en este país en estos momentos, si la necesidad de sobrevivir es mayor y de más peso que la reputación?». Además, advirtió a sus amigos que se ahorren los comentarios cuando lo vean en la indigencia. Simplemente pide que colaboren con él sin hacerle preguntas.
Asimismo, Lepage asegura que terminó su cuarto título universitario con la ayuda de sus compañeros; sin embargo, asevera que no intenta equivocadamente culparse de la pobreza a la que lo han conducido unos pocos al maladministrar los recursos de su país: «Para la entrega del título tengo que depositar 12 millones de bolívares antes del 10 de este mes, si no, no lo recibo, ni voy al acto de graduación».
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«Estudio porque me atrae el conocimiento; nunca pensé hacerme rico como profesional, pero sí ganarme el dinero honradamente y vivir una vejez tranquila. ¿Por qué no montas un negocio? ¿Con qué capital inicial, con 800 mil bolos que me da el Gobierno quincenalmente?», se lamenta Lepage.
En su testimonio, el maestro asegura que su alimentación es muy baja de nutrientes ante el colapso de su salario como docente: «Cada día, al sentarme a comer un plato solo de arroz, de inmediato vienen a mi mente, una tras otra, las caras de niños y ancianos que conozco. Me pregunto quiénes de ellos no están comiendo por no tener ni siquiera el plato de arroz», concluye.
Erasmo Rafael Lista Lepage es el espejo y el rostro de, al menos, quince mil docentes activos y jubilados cuyos ingresos fueron pulverizados por la hiperinflación y la aguda crisis socioeconómica que atraviesa el país. Al respecto, el gremio de los educadores ratifica que el patrono, representado por el Gobierno nacional, destruyó no solo el salario sino la moral y la pulcritud de la ética de los educadores en Venezuela.