Puerto Ayacucho.- Ante el auge de la minería ilegal en la reserva natural del Parque Nacional Yapacana, en el municipio Atabapo, los indígenas moradores de la zona se reunieron en asamblea para exigir la salida de los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), quienes controlan la mina, causando la deforestación de las zonas verdes y la contaminación del río.
Nancy Herrera, habitante de la comunidad Piedra Blanca, denunció que han sido amenazados en reiteradas oportunidades por miembros de este grupo irregular por defender su territorio. “Por denunciar y pedir la salida de estos irregulares hemos sido amenazados de muerte. Esta gente sigue robando nuestros minerales”, aseveró.
La indígena del pueblo cubeo señaló que han realizado asambleas comunitarias permanentemente, recolectando firmas y sumando el apoyo de 2 caciques y 37 capitanes indígenas para reclamar la salida de este grupo armado. A su juicio, la guerrilla impone su ley, violando los derechos de los pueblos indígenas sin que estos reciban apoyo del Gobierno nacional.
“Solicitamos la ayuda de la Fuerza Armada para expulsar a la guerrilla porque están acabando con nuestro patrimonio natural”, dijo Herrera, quien ratificó que son las Farc quienes cuentan con el apoyo del Gobierno. “Hasta ahora la Fuerza Armada no ha respondido nuestra solicitud; estamos seguros de que apoyan a los irregulares porque la minería en el Yapacana es un negocio solo de ellos”, reiteró.
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En días pasados, habitantes de Piedra Blanca retuvieron una máquina que los intrusos pretendían ingresar al Yapacana para la extracción de minerales. “Intentaron trasladar una máquina grande al Yapacana y lo evitamos. La traían desde Puerto Ayacucho y dijeron que era de una mujer indígena, pero era escoltada por la guerrilla y militares”, expresó.
Parada obligatoria
La comunidad Piedra Blanca cuenta con un puerto fluvial, algo que la convierte en una parada obligatoria para las personas que ingresan al Parque Nacional Yapacana con el fin de trabajar la minería ilegal durante todo el año sin el control de las autoridades.
Asimismo, existe un comando de las Farc desde hace 2 años, en el que hacen presencia al menos 30 guerrilleros bajo el mando de una mujer conocida como la Mona, según información suministrada por los residentes de la zona.
A través de otra fuente consultada por El Pitazo, se supo que la presencia de los grupos armados se debe al ofrecimiento por parte de estos de ayudas sociales y económicas en zonas totalmente desasistidas y de difícil acceso, lo que suma el apoyo de una cantidad importante de comunidades indígenas.