Puerto Ayacucho.- Por tercer día consecutivo las estaciones de servicio Atures y Cataniapo, ubicadas en Puerto Ayacucho, Amazonas, permanecen cerradas por falta de combustible, constató El Pitazo este miércoles 7 de octubre.
Mientras tanto, en el poblado fronterizo de Santa Elena de Uairén, municipio Gran Sabana de Bolívar, los choferes están comprando gasolina brasileña que ingresa al país por caminos ilegales, porque las bombas tienen seis meses cerradas.
El presidente de Combustible Amazonas, Alejandro Zambrano, dijo a El Pitazo el 6 de octubre que la gasolina llegaría en el transcurso de la semana, para comenzar el despacho a los ciudadanos, pero, de momento, eso no ha ocurrido. La gobernación de la entidad no se ha pronunciado ante el desabastecimiento del carburante.
En el extremo sur del estado Bolívar, cerca de la frontera con Brasil, la única alternativa que les quedó a los ciudadanos, es comprar combustible brasileño que es transportado por trochas que controlan militares e indígenas de la etnia Pemón.
Nacimientos, muertes y curiosidades provocadas por la escasez de gasolina en Venezuela
Algunos ciudadanos cruzan a Brasil y pagan el litro de gasolina a 0,80 dólares; en Santa Elena de Uairén esa misma cantidad de combustible cuesta 2 dólares. Es un negocio que está creciendo a medida que se prolonga la cuarentena y se extreman los controles en los pasos irregulares.
En Ciudad Guayana, la crisis por la falta de combustible también se siente. Julio César Díaz, un mecánico de 47 años, estaba remolcando su automóvil en una extensa fila en el sector Alta Vista de Puerto Ordaz. “No tengo ni una gota de gasolina, estoy desde esta madrugada empujando el carro tratando de llegar a la bomba para echar al menos 20 litros”, sumó.
La historia de Díaz se repite en cientos de ciudadanos en los estados Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro, quienes pasan horas en las largas filas para comprar unos pocos litros de combustible. En esas regiones los gremios comerciales y de salud, han advertido sobre la paralización de sus servicios, por la falta de gasolina.
Equipo de corresponsales de Guayana
Mickey Véliz, Glorimar Fernández y Carlos Suniaga