Durante dos días consecutivos se movilizaron gandoleros que transportan alimentos desde la frontera con Brasil a diferentes zonas del país, en reclamo al constante cobro de vacunas por parte de funcionarios de la Guardia Nacional y debido a las dificultades que han atravesado para surtir combustible a sus carros.
El lunes en la mañana decenas de choferes se trasladaron en sus vehículos de carga hasta la alcabala de La Guillotina en la entrada a Santa Elena de Uairén, capital del municipio Gran Sabana, estado Bolívar. El principal reclamo, según expresaron los conductores, fue por los 100 dólares que cobran por cada conductor y ayudante para permitirles salir de esa localidad.
“Ellos dicen que eso es lo que vale un resultado negativo de pruebas de COVID-19, pero resulta que previamente el propio Gobierno regional nos somete a estas pruebas cada vez que viajamos y si salen positivas nos llevan a confinamiento, ya eso ha pasado. Luego de esta odisea nos encontramos con La Guillotina, cuyo nombre le queda como anillo al dedo, de donde no pasamos si no pagamos”, fue el testimonio que dio a El Pitazo uno de los choferes.
Gandoleros denuncian que son extorsionados con pruebas de Covid-19 en la frontera
En el lugar se reunieron con autoridades de la Guardia Nacional y manifestaron su descontento, además plantearon las dificultades para abastecerse de combustible.
“También les tenemos que pagar a ellos para que nos dejen surtir gasoil, algo ilógico, porque el Gobierno envía combustible para que no falte la comida en el país, en Santa Elena de Uairén quienes representan la ley también roban”, contó el mismo gandolero.
Debido al creciente descontento, el lunes permitieron salir del municipio a los conductores con sus respectivas cargas. Sin embargo, el martes la situación se repitió pues, tal y como alegó el remanente de choferes a El Pitazo, los funcionarios de relevo quisieron continuar cobrando la multa.
“Basta de atropello, estamos ayudando al pueblo con la comida para que el país continúe su rumbo, ya no toleramos más abusos de parte de los uniformados”, fueron las declaraciones de otro de los gandoleros a quien también le permitieron la salida de la Gran Sabana el martes.