Ciudad Guayana.- Los pacientes de oncología infantil en el estado Bolívar no la tienen fácil porque los centros pediátricos funcionan a medias. Eesto ha llevado a que decaiga la calidad de vida de los menores de edad y algunos lleguen a la muerte.
En lo que va de 2019 han fallecido siete niños en la espera de trasplante, según los datos que reporta la Fundación Oncológica Infantil Fe con Amor (Foifca), que se encarga de hacer el acompañamiento a los pacientes y a los padres de estos.
“Karla falleció el sábado, tenía leucemia aguda, vivía en Tucupita y esperaba trasplante. Ahorita no hay ninguno que esté esperando trasplante, los que están ya han sido operados, no lo necesitan y otros están en estudio”, comentó Isbelis Gómez, miembro de la fundación.
En la Unidad Oncológica Infantil del hospital Uyapar, la atención es bastante general por no tener los insumos para la atención de los pequeños. Las encargadas de la fundación explicaron que a veces están la enfermera o el médico oncólogo solo.
Ciudad Bolívar posee un centro oncológico que está en un cierre técnico desde hace aproximadamente un mes por falta de aire acondicionado e insumos, y el área pediátrica tiene un año cerrada por falta de médicos especializados en el área.
Alberto Cabello, director del Oncológico Virgen del Valle, explicó que los casos infantiles deben ser trasladados hasta Brasil o hasta el centro del país para poder ser atendidos, pues en el estado Bolívar no hay capacidad para prestarles el tratamiento.
“Es la disyuntiva que viven los padres, muchos viven fuera de la zona y están los gastos de movilización, hospedaje y comida. Además, que el paciente oncológico requiere de un cuidado especial y los traslados los perjudican; lo ideal es que estuvieran hospitalizados con todas las condiciones, pero no existen”, lamentó Lluisandra León, presidenta de Foifca.
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León indicó que cuando inició la fundación en 2013, la situación no era tan crítica como ahora, pero desde 2016 incrementaron los casos y la crisis en estos pacientes.
“El año pasado, para esta misma fecha, no hicimos fiesta del Día del Niño, porque murieron ocho niños seguidos entre febrero y marzo por falta de insumos médicos y falta de medicamentos”, mencionó la representante de la fundación.
Formación a los padres
La fundación se ha encargado de brindar acompañamiento a los padres a pesar de las limitaciones en recursos humanos y económicos.
“El tratamiento puede costar más de un millón de bolívares, a esto hay que sumar la alimentación basa en frutas, proteínas, transporte y hay casos en los que ni la mamá ni el papá trabajan (…) la alimentación es fundamental, entonces de esto nace sopa y compota solidaria, una forma de incentivar a los padres y que aprendieran a hacer compotas de remolacha y auyama”, detalló Gómez.

Estos han enseñado a muchos padres a crear las plataformas sociales y usarlas para buscar las ayudas económicas necesarias para poder apoyar a los niños y que se puedan sanar al cumplir sus tratamientos.