Puerto Ayacucho.– A una semana del apagón en toda Venezuela, habitantes de la capital del estado Amazonas aún viven las secuelas del acontecimiento con el servicio intermitente, las fallas en las telecomunicaciones y la operatividad de algunas instituciones como las estaciones de servicios. La población se mantiene en incertidumbre porque teme a que se vuelva a ir la luz.
Durante toda la semana, los residentes de la capital y los dueños de comercios han denunciado insistentemente que las fallas persisten, la conectividad con los bancos para la utilización de los puntos de venta es interrumpida a diario, así como los servicios de telefonía móvil e internet. Se han registrado incalculables pérdidas económicas ante la falta de efectivo en las calles.
Mercedes Carolina López, dueña de una frutería en el centro de la urbe ayacuchana, aseguró que durante el apagón perdió casi 50% de la mercancía por la caída de los puntos de ventas y el poco efectivo circulante existente, en vista a que las entidades bancarias permanecieron cerradas. Aunque fue habilitada la plataforma interna de las entidades, siguen presentando problemas para atender a sus clientes.
López afirmó que durante los días sin el servicio eléctrico a muchos comerciantes les todo rematar la mercancía para no perderla por completo.
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“Esto ha sido un fuerte golpe para el sector comercio y más para aquellos que estamos comenzado. Hemos invertido gran parte de nuestros intereses para materializar un negocio y con esto provoca retirarse para no seguir perdiendo dinero. Las pérdidas han sido incalculables, pero continuaremos hacía adelante”, expresó.
Edwin Villarroel, dueño de una carnicería en la Avenida Orinoco, reiteró que la mercancía que mantenían resguardada estuvo a punto de descomponerse, por lo que les tocó venderlo muy por debajo del precio estipulado ante la falta de una adecuada conservación en la cavas. Considera que el gobierno debe hacerse responsables de la situación. Espera recuperarse paulatinamente de las consecuencias en el sector carnicero tras el apagón.
“Queremos que el gobierno nacional se pronuncie al respecto, este tema les compete. Es responsabilidad de ellos las pérdidas que nos dejó el apagón. Sin luz o con luz igual muchos no pudimos trabajar porque las líneas de los puntos de venta estaban caídos y la gente no tenía suficiente dinero en efectivo para comprar en las carnicerías o en otros establecimientos”, precisó el comerciante.
Servicio en emergencia
Después del apagón registrado el jueves 7 de marzo, en la capital amazónica la distribución del combustible en las estaciones de servicio se ha agudizado aun más, por los días en los que estuvieron paralizadas dos de las tres gasolineras existentes. Interminables colas mantienen colapsado el centro de la ciudad por la cantidad de vehículos que se han acumulado.
Ante la escasez de combustible, hay kilométricas colas que rodean todo el perímetro central. Tres veces por semana arriban tres gandolas de combustible a Puerto Ayacucho, pero son insuficientes por la demanda que existe. Se suman las veces que se va la luz y que obligan a que dejen de laborar, porque solo la estación de la Orinoco es la que mantiene activa una planta eléctrica.
Usuarios limitados
La Superintendencia Institucional del Sector Bancario (Sudeban), a través de un comunicado, precisó que los bancos abrirán desde las 8:00 am hasta las 2:00 pm, situación que generó una manifestación de parte de los usuarios en Puerto Ayacucho, quienes expresaron sus descontento ante esta medida. Consideran que limita la entrada de una cantidad de ahorristas a efectuar sus transacciones.