Puerto Ayacucho.- La hiperinflación ha ocasionado que la economía en el país haya caído de forma preocupante, una realidad que golpea fuertemente a los más vulnerables. En Amazonas el peso colombiano ha ido ganando territorio cada día más, en una entidad fronteriza donde circula la referida moneda extranjera sin ningún control y donde los establecimientos comerciales comienzan a adaptarse.
En un recorrido realizado por el equipo de El Pitazo por diferentes comercios de la capital amazonense, se constató que los vendedores emiten los precios en pesos o en su defecto al cambio del día en bolívares soberanos, situación que ha generado preocupación y molestias entre los pobladores, a quienes se les ha hecho difícil comprar los alimentos y cubrir sus necesidades, por lo que exigen una solución.
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Rafael Guayamare, quien transitaba por la avenida Orinoco, manifestó que la circulación del peso es algo preocupante, porque agudiza la crisis y afecta el valor del bolívar, elevando los precios de los productos de forma exorbitante. Indicó que en Amazonas nadie tiene un salario en pesos. Aseveró que no entiende por qué los comercios tienen fijados los precios de sus mercancías bajo esta modalidad.
Guayamare expresó: “El peso desplazó al bolívar y sigue ganando espacio dentro de nuestro estado. Es evidente, porque ahora en casi todos los comercios están vendiendo sus mercancías en esta moneda y pareciera que fuera legal. Las autoridades regionales no se han tomado la tarea de hacer cumplir las leyes, y sobre todo de darle el valor a nuestra moneda; es su obligación. Somos venezolanos y no colombianos, el bolívar es nuestra moneda oficial”, puntualizó.
Por su parte Gladys García indígena del pueblo yeral procedente de San Carlos capital del municipio Río Negro, afirmó que en esta jurisdicción los productos que se adquieren se compran en peso colombiano y reales brasileños, al encontrarse entre tres fronteras. “En Río Negro el bolívar no vale, prácticamente no existe. Estamos en la triple frontera y aquí no hay ley, hacen lo que quieren” comentó.
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En el centro de Puerto Ayacucho los trabajadores informales y los denominados bachaqueros tomaron las aceras. Estas personas aceptan y compran pesos, mientras que los avisos son visibles hasta en las tiendas de ropas y calzados, donde indican a través de anuncios “se aceptan pesos”. Los amazonenses esperan que los organismos gubernamentales tomen acciones al respecto.
Frontera sin control
La capital de la entidad amazónica es fronteriza con la población de Casuarito, localidad perteneciente al departamento colombiano del Vichada, donde los ayacuchanos cruzaban masivamente a comprar productos o simplemente a hacer turismo, con un bolívar que reinaba en esas latitudes. La embarcación que los trasladaba no duraba más de tres minutos en hacer el trayecto. Ahora es completamente distinto.
Elvira Ruiz dio a conocer que para ir a Casuarito se debe tener pesos, porque hasta para cruzar se debe pagar con dicha moneda. La ciudadana expresó: “Ir a Casuarito ya no tiene caso, ahora se debe tener pesos y no todos aquí tienen ese privilegio, no es como antes que se pagaba con bolívares. Nuestra moneda allá no vale nada, no la están aceptando y eso es lo más penoso” enfatizó.