La migración venezolana cobra fuerza por los caños y ríos del Orinoco con destino hacia Trinidad y Tobago y la frontera de la República de Guyana. De acuerdo al testimonio de los moradores de la zona, no hay fecha ni hora de salida: la ruta se activa desde cualquier punto de la geografía deltana por embarcaciones tipo peñeros y botes medianos con capacidad máxima de 20 pasajeros, que se trasladan hasta la isla en búsqueda de trabajo y oportunidades de superación.
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El equipo de El Pitazo tuvo la oportunidad de presenciar la salida de una de las embarcaciones con rumbo a Trinidad y Tobago desde la parroquia Juan Millán, municipio Tucupita. La migrante, que se identificó como Dayana Trinidad, compartió la experiencia de la travesía: “Estaba muy asustada; nos dijeron que realizarían dos viajes por la sobrecarga que llevábamos; sin embargo, cruzamos el mar a las dos de la madrugada y en un solo viaje”, aseguró Dayana al referirse al riesgo al que se exponen al utilizar la ruta conocida como “los caminos verdes”.
En su testimonio señala que viajaron 52 personas, entre niños, mujeres y hombres jóvenes, en un bote con capacidad máxima de 20 pasajeros. De igual forma se pudo conocer que cada migrante paga en moneda extranjera; “cobran en dólares”, aseguró Dayana.
De acuerdo a las informaciones extraoficiales, existen varios puntos de salida; los más conocidos son el Puerto de Volcán, La Horqueta y otros puntos clandestinos ubicados en el caño de Macareo, municipio Tucupita.
Según testimonios de los moradores, varias rutas se activan durante la semana con destino hacia Trinidad y Tobago y la República de Guyana. Al respecto, la Organización Internacional de Migración (OIM) confirmó en el último trimestre de 2017 la presencia de 990 indígenas waraos que se encontraban en calidad de indocumentados en la frontera de Guyana; habían cruzado los límites en embarcaciones arcaicas, huyendo del hambre y la escasez en las comunidades waraos.
En el último mes del año 2019, se desconoce cuántas personas hay detenidas por problemas de ilegalidad e indocumentación, salvo la última semana, cuando se conoció la detención de cinco personas por delitos de tráfico de personas.