Como la crisis de escasez de combustible más aguda que hayan atravesado en los últimos años describieron pobladores de Santa Elena de Uairén la situación que se vive actualmente en esta localidad que limita con Brasil.
Media gandola por semana, que en ocasiones deja de ir hasta por 20 días, es la constante para los conductores, quienes manifiestan sentirse desesperados ante estas fallas.
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En esta zona no existe transporte público, por lo que los residentes siempre se han movilizado en taxi o en particulares. No obstante, debido a la problemática, se ven en la obligación de andar a pie y muchos hasta han sacado sus bicicletas.
Tanto trabajadores de las dos estaciones de servicio que hay en Santa Elena, como quienes se surten de ellas, han denunciado en reiteradas oportunidades que el combustible destinado para esa zona es desviado hacia las minas; es por ello que la escasez persiste. No obstante, las denuncias no han sido tomadas en cuenta por autoridades tal y como expresaron.
Los conductores se han visto en la obligación de cruzar la frontera para abastecerse de combustible en Brasil, donde el litro se vende a 5 reales, que equivalen a un dólar. Mientras que quienes ofrecen gasolina en el mercado negro de Santa Elena lo hacen por un precio de 10 reales.