Ciudad Bolívar.- La pesca artesanal en el malecón del paseo Orinoco de Ciudad Bolívar es una práctica tradicional que se va transmitiendo de generación en generación, pero en los últimos años se ha convertido en un método de sobrevivencia para mitigar el hambre de muchas personas en la temporada de julio y agosto cuando el río Orinoco crece.
Luis Reyes, de 55 años, no recuerda la primera vez que fue a pescar a las orillas del río Orinoco. Primero iba con su abuelo y después con su papá, ahora va solo, todos los días entre julio y agosto, para conseguir algo de pesca que ayude a resolver la comida diaria.
“Ahorita está saliendo bastante pescado, aquí en la orilla llega Bocona y es mejor que comer sardina. Cambiamos el sabor. Es la forma que tenemos ahorita para comer proteína todos los días. Hay días que salen más pescados, otros que salen menos, pero suficientes para la comida”, contó Reyes a El Pitazo, mientras trataba de sacar la pesca con nailon y anzuelo cerca del Puerto de Las Lanchitas en Ciudad Bolívar.
Aunque Reyes va solo, nunca lo está, pues se ha encargado de enseñarles a las nuevas generaciones cómo hacer la pesca artesanal. Un grupo de cuatro niños entre 10 y 11 años se acerca todos los días para aprender a armar los anzuelos con el nailon y unirse a la faena de sacar sus primeros pescados.
“También pasan personas mayores y me piden uno o dos pescaditos para comer, se ve que son de bajos recursos y se les regala para que coman algo de proteína. Está saliendo bastante y hay que repartir las bendiciones”, mencionó el pescador artesanal.
Como él, se ven muchas personas en el Paseo Orinoco desde que inicia la Feria de la Sapoara, que tiene dos años suspendida por la Alcaldía de Heres debido a la pandemia por COVID-19, sin embargo, las personas siguen asistiendo a cumplir con sus tradiciones de la época de crecida.
Pescadores comerciales
Los pescadores comerciales han reportado una ribazón durante este 2020 debido a la importante crecida que ha tenido el río Orinoco en Ciudad Bolívar, que este 23 de agosto reportó una cota de 17.20 metros sobre el nivel del mar según datos reportados por Protección Civil municipal.
En las orillas del río se ve la venta del tradicional Bocachico y de la Sapoara, que durante el 2020 no salió ni una, por el comportamiento del río padre. El poco pescado que se vio era traído desde otras zonas del estado Bolívar.
“Hemos tenido buena pesca, muy buena, estamos haciendo «el agosto» como quien dice. El año pasado fue muy malo, este año el río nos bendijo y hay que aprovechar mientras dura. El Bocachico está en Bs. 6.500.000 por pago móvil y Bs. 5.000.000 en efectivo”, explicó desde su lancha de pesca, José Bastardo.
Así como Bastardo, quien se dedica a este trabajo año tras año, hay otras personas que se suman a pescar solo cuando hay una crecida importante para solventar la crisis económica en casa. Es el caso de Eduardo Navarro, quien contó que era buhonero y había bajado al río “a buscar el dinero”.