Bolívar.- Las comunidades indígenas del sector 4 Cuyuní, ubicadas en el municipio Sifontes del estado Bolívar, solicitaron una mesa de diálogo urgente con representantes del gobierno de Nicolás Maduro para concretar el desalojo de los mineros que se instalaron en San Luis de Morichal, de acuerdo con un comunicado de la Federación Indígena del Estado Bolívar (Fieb) fechado el 9 de febrero.
La solicitud está firmada por los capitanes Pemón, Kariña, Arawako y Akawaio. “Solicitamos que esta mesa de diálogo se instale en un máximo de 48 horas después del anuncio público de este comunicado”, se detalla en el documento que consta de 4 páginas y en el que piden que esté la Defensoría del Pueblo como ente mediador.
En el documento los nativos propusieron que en las conversaciones participen comisiones gubernamentales y militares de la administración de Nicolás Maduro. También sugirieron que esté presente una representación de los mineros.
El pasado 2 de febrero, la comunidad indígena San Luis de Morichal denunció la invasión a sus tierras por parte de decenas de mineros artesanales impulsados por un grupo armado de El Dorado. Cuatro días después los trabajadores del oro comenzaron a construir campamentos con palos y lonas cerca del río Chiguao.
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Lo que temen los nativos es que la situación desate un espiral de violencia dentro de su territorio, porque reiteraron que no permitirán que el grupo se instale para extraer minerales. “Denunciamos la presencia de personas con armas de alto calibre infiltrados dentro de los mineros invasores, pretendiendo amedrentar a la comunidad de San Luis de Morichal”, se lee en un fragmento del comunicado.
Los aborígenes revelaron que el gobierno está en conocimiento de la situación y que comisiones civiles y militares han llegado al sitio para mediar en el conflicto, pero no han podido ejecutar el desalojo de los trabajadores del oro.
“Antes de la presencia de grupos armados, había una convivencia respetuosa, que se ha visto amenazada por terceros, interesados en promover enfrentamientos y así ellos invadir nuestras tierras, tratando de hacernos ver como intransigentes, violentos y xenofóbicos, lo que rechazamos”, reza otra pieza de la carta.