Ciudad Guayana.- El 21 de julio del 2019 Lismar Díaz, una especialista en informática de 27 años, fue asesinada cuando estaba en una parada de autobús con su esposo e hijo de un año. Pero ella no fue la única víctima. Según el reporte policial, un hombre armado se bajó de un carro frente a la estación de autobuses “El Mirador” de San Félix y, fusil en mano, disparó a todos los que estaban en el lugar.
Siete personas murieron y otras tres resultaron heridas, entre ellas un niño, el hijo de Lismar. A un año de ese hecho, los familiares, no solo esperan justicia, sino que recuerdan y lloran a sus seres queridos. Un familiar de la joven madre asesinada dijo que cada vez que pasa por esa parada de autobús, le llega a la cabeza el episodio trágico.
“Mis recuerdos sobre ese lugar se opacaron, ahora solo recuerdo que ahí la masacraron a ella, y a otras personas que también están como nosotros, perdieron hijos, primos, sobrinos y gente importante como ella lo era para nosotros”, relató el pariente, que prefirió proteger su identidad.
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Cuenta la familia de Lismar que, cuando comenzó la balacera, ella abrazó a su pequeño y no lo soltó hasta que aquello terminó. Recibió múltiples disparos en las piernas, espalda y abdomen; su hijo apenas fue rozado por una bala en una pierna. “Ella no quería soltar al niño, lo estaba protegiendo, cuando se dio cuenta de que ya todo había pasado, fue que lo soltó”, dijo el pariente.
Lismar murió en la Clínica Humana de San Félix, tras no resistir a las heridas. “Ser madre fue lo que ella soñó desde siempre, esa era su aspiración”, contó su familiar. La recuerdan como una persona noble, buena madre, esposa, hija y hermana. Aquel domingo de hace un año, era el Día del Niño.
“Nosotros nunca vamos a superar esto, porque siempre perder a un ser querido es duro, pero perderlo de esa forma, es muy duro. A veces he estado en la casa y pienso que todavía ella va a salir del cuarto, pero yo sé que tengo que aceptar que ya no está”, indicó, mientras dijo que creen que la justicia terrenal es difícil en Venezuela, y por eso Dios se encargará de quienes ejecutaron la masacre.
En total, las víctimas de la masacre de San Félix fueron cuatro hombres y tres mujeres: Miguel Ángel Astudillo (32), Nelson José Chacón (20), Francis Rivas (54), Santa Malavé Pumiaca (44), Lismar del Carmen Díaz (27), Régulo Pastor Decena (81) y Yenifer Vallenilla (17). Según el informe del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), uno de los asesinados, Francis Rivas, tenía registro policial por delitos de droga y hurto.
Los organismos de seguridad señalaron a Eleomar José Vargas, alias ‘Zacarías’, líder de una banda que opera en la zona minera de El Callao, de ser el autor del séptuple homicidio. Según la versión policial, ‘Zacarías’ tenía una riña con un miembro de otro grupo armado que estaba en esa parada de autobús y por eso perpetró el ataque.
El arma usada por el pistolero, según el informe oficial, fue un fusil, armamento de tenencia exclusiva de la Fuerza Armada Nacional (FAN). Mientras tanto, desde julio de 2019 hasta mediados de 2020, los cuerpos policiales han asesinado y detenido a varios miembros del grupo que comanda ‘Zacarías’ junto con Jhon Valdez, alias ‘Toto’, de acuerdo con informes oficiales.