Caracas.- En Táchira son seis horas diarias de racionamiento eléctrico, en Zulia son hasta cinco y en Lara y Portuguesa son hasta cuatro. Al menos una decena de los estados de Venezuela registran a diario racionamientos en el servicio eléctrico, que no muestra mejoría tres años después del inédito apagón general que dejó a oscuras a Venezuela por cinco días.
La Corporación Eléctrica Nacional hizo sus esfuerzos y terminó de reconstruir, en enero de este año, el banco de autotransformadores que colapsó en marzo de 2019 y originó los apagones en el corazón del sistema eléctrico venezolanos, la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida como Guri, según informaron fuentes de la estatal eléctrica a El Pitazo.
La reparación que se concretó 34 meses después del apagón fue posible con la colaboración de China, que se encargó de la construcción de los equipos y su posterior instalación, agregaron las fuentes. Se desconocen los detalles de las contrataciones.
¿Por qué cada vez son más frecuentes los apagones?
“Con esta reparación se pudo haber disminuido significativamente el peligro de un apagón general inminente como los del 7 de marzo y 25 de marzo de 2019, siempre y cuando se elimine la recurrencia de abuso en estos equipos. Pero no termina con las fallas que son producto del deterioro y la mala gerencia de la industria”, aseguró el ingeniero José Aguilar, especialista en sistemas de generación eléctrica.
Ese deterioro lo perciben los usuarios, quienes casi a diario reportan constantes parpadeos e interrupciones del servicio eléctrico. Solo entre marzo de 2019 y febrero de 2022 se registraron 442.550 fallas, según el Comité de Afectados por Apagones.
“La posibilidad de que el sistema eléctrico venezolano se componga es reducido”, aseguró el ingeniero Aguilar, quien explicó que el deterioro abarcó todas las áreas: generación, transmisión y distribución. “Por ejemplo, Guri está lleno de agua y puede generar más electricidad, pero no pueden sacarla por el alto deterioro de la red de transmisión y porque la generación térmica en el país es pobre”.
Sin mejoría
Las cifras del sistema eléctrico venezolano no son alentadoras. El gobierno de Nicolás Maduro sigue sin recuperar la generación térmica que tenía antes del blackout del 7 de marzo de 2019, cuya producción rondaba los 3.200 megavatios.
Hasta febrero de 2022, la generación térmica rondaba los 2.200 megavatios, según reportes de Corpoelec que tuvo acceso El Pitazo.
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Esa cifra indica que apenas está operativo el 11 % de los 19.000 MW de infraestructura térmica instalada en el país, que sería suficiente para cubrir el 158 % de la demanda eléctrica actual de Venezuela.
Los reportes de la estatal revelan que la demanda eléctrica del país sigue cubierta en 80 % por lo que se produce en las centrales de Guri, Caruachi y Macagua, ubicadas en Guayana, estado Bolívar, y que hace tres años fallaron.
Las proyecciones que manejó la extinta Oficina de Planificación del Sistema Interconectado de Venezuela, cuando el chavismo llegó al poder en 1999, estimaban que para la década del 2020-2030 la demanda eléctrica podría alcanzar un pico que rondaría los 30.000 MW y un consumo anual de energía del orden de los 230.000 GWh anuales. Hoy con un tercio de esa demanda y ese consumo, Corpoelec no logra cubrir y debe quitarle el servicio a miles de venezolanos.