La mitad de los hogares venezolanos continúan en pobreza, caracterizada por bajos ingresos, carencias en los servicios básicos, deterioro de la educación y desigualdad, de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) presentada este miércoles, 13 de marzo, por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
La investigación arrojó que 51,9 % de los hogares de Venezuela sufrieron en 2023 una pobreza multidimensional, lo que representa un aumento de 1,4 % con respecto al año 2022, cuando por primera vez en 7 años se redujo esa situación.
La actividad que más mantiene a la gente en la pobreza es la agricultura. De acuerdo con la encuesta, 73,4 % de los venezolanos que cultivan la tierra no puede cubrir sus necesidades básicas, mientras que el 69,9 % de quienes se dedican a las finanzas son «no pobres».
Entre los mecanismos más comunes con los que cuentan las personas para mitigar la pobreza destacan las bonificaciones que entrega el Gobierno al 80 % de los hogares, aproximadamente. En promedio, estos bonos valen alrededor de 11 dólares, y alrededor de 24 % de los beneficiarios los reciben cada 15 días, mientras que otro 44,1 % cobra una vez al mes.
Gremios afirman que aumento de bonos demuestra burla y desprecio hacia trabajadores
La novena edición del estudio se levantó entre marzo y mayo de 2023 y alcanzó a un total de 12.683 hogares nacionales. Indagó en la realidad de la población en diversos ámbitos, como acceso a educación, salud, empleo y servicios públicos, y seguridad alimentaria, ingresos, migración y programas sociales, entre otros, para dar cuenta de las disparidades socioeconómicas e identificar los principales problemas que vulneran sus derechos sociales.
Inseguridad alimentaria
De acuerdo con la Encovi, alrededor de 3 millones de venezolanos pasaron hasta un día entero sin comer en 2023 por no poder costear alimentos. El 12,2 % de los encuestados respondió haber estado «sin comer todo un día», un indicador que alcanzó al 34,3 % en 2020, lo que demuestra que la seguridad alimentaria ha mejorado, según precisó el investigador y uno de los presentadores de los resultados, Luis Pedro España.
Aunque el 82 % de los entrevistados manifestó haberse sentido preocupado por quedarse sin comida, solo el 45,8 % se quedó sin alimentos en alguna ocasión debido a la crisis. Asimismo, un tercio de la población dejó de hacer una comida en 2023, o sintió hambre, pero no comió debido a los altos precios de los alimentos y la dificultad de acceder a ellos.
Observatorio Convivium: venezolanos resuelven fallas de servicios y alimentación por cuenta propia
El estudio también encontró que 83,1 % de los hogares de Venezuela recibe la caja de alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), la mayoría mensual o bimestralmente, mientras algunas familias acceden a estas ayudas de forma más esporádica.
Deficiencia y rezago escolar
Entre los hallazgos destacados de la encuesta están los relacionados con el tema educativo. Según el sondeo, el nivel de población escolarizada subió 3 puntos en comparación con el 2022 y llegó a 66 % (7,61 millones de niños y adolescentes entre 3 y 24 años). Sin embargo, la Encovi evidenció que 40 % de los alumnos entre 3 y 17 años que están escolarizados no asiste a clases con regularidad.
«Se trata de 2,6 millones de niños, niñas y adolescentes que faltan algunos días a clases, y casi el 50 % de las razones tienen que ver con la falta del personal docente por huelgas (30 %) o por ausentismo (18 %). Otros motivos menos mencionados, pero muy relevantes, tienen que ver con fallas en los servicios públicos y falta de comida en el hogar o la escuela», comentó la directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, Anitza Freitez.
El rezago escolar también sigue apareciendo como dato persistente. Este indicador expresa los años de diferencia entre el grado/año que se debería estudiar de acuerdo con la edad y el que efectivamente se cursa o cursó. Entre los niños y niñas que tienen entre 7 y 11 años aumentó el porcentaje de los que tienen rezago (de 32 % a 40 % en varones y de 34 % a 37 % en las hembras) respecto del nivel reportado en la encuesta de 2019-2020.
En el grupo de adolescentes de 12 a 17 años es más grave el retroceso en la trayectoria educativa. Entre los jóvenes, solamente 45 % no muestra rezago y 18 % califica en rezago severo. Es decir, tienen 2 o más años de retraso. La situación de las adolescentes es un poco más favorable: 54 % ha mantenido la continuidad de su escolaridad, pero sigue habiendo una fracción importante que califica en rezago leve (33 %) y severo (13 %).
Aumentan los migrantes venezolanos menos jóvenes
Sobre el fenómeno migratorio venezolano, los resultados de la Encovi 2023 dan cuenta de un envejecimiento de la población migrante. Si en 2017 el grupo etario ubicado entre 15 y 29 años era el más numeroso (57 %), en 2023 casi la mitad de los migrantes venezolanos se concentra entre los 30 y 49 años (49 %).
La investigadora Anitza Freitez asocia el aumento de ese grupo a la búsqueda de empleo y a los procesos de reunificación familiar en los países receptores.
La investigación también constató cambios en el perfil educativo de los venezolanos que dejaron el país. «Con la intensificación del éxodo se incorporaron personas con menor capital educativo, en su mayoría con educación media completa o menos», indicó Freitez.
Otro aspecto relevante que reveló el estudio fue un cambio en la dirección de los flujos migratorios hacia Estados Unidos y España, «por efecto de reagrupación familiar y de cierta flexibilización en el ingreso y permanencia».
La Encovi determinó también que 18 % de quienes residen en el exterior tienen planes concretos de regresar. Otro hallazgo es la disminución de venezolanos que envían remesas a sus hogares (64 % en 2021 frente a 56 % en 2023).
Desigualdades de género
Según los datos de la encuesta, las desigualdades de género están afectando de forma importante las condiciones de vida de las mujeres. Entre otros aspectos, solo 37,3 % de las féminas en edad de trabajar participan en el mercado laboral, en comparación con 62,7 % de los hombres. Además, los caballeros reciben en promedio 7,7 % más remuneración que las damas.
En ese sentido, los investigadores de la Encovi proponen que se implemente una «auténtica política social con enfoque de género» que suponga tres beneficios: facilitar la permanencia y duración de la jornada laboral femenina, estimular la inserción de la mujer en el mercado laboral y desarrollar políticas de emprendimiento para las mujeres.
El sociólogo Luis Pedro España aseguró que superar las barreras de acceso de la mujer al trabajo es una manera de combatir la pobreza de ingreso y las condiciones de vulnerabilidad de los hogares. Asimismo, dijo que cuando las mujeres están plenamente integradas al mercado laboral (trabajan más de 38 horas a la semana), la probabilidad de que su hogar no sea pobre es del 60 %.