Caracas.- Vecinos de Montalbán denunciaron el miércoles, 11 de marzo, que un grupo de invasores tala y quema de forma indiscriminada la vegetación del parque nacional Leonardo Ruiz Pineda, ubicado cerca de la urbanización Juan Pablo II.
Miembros de la comunidad narraron que estas personas se instalaron en el sector desde julio de 2019, algunos construyendo casas y otros alegan ser agricultores de la parroquia La Vega. Desde ese momento, la quema de vegetación no ha cesado.
Los vecinos ven con preocupación el tema, porque no es solo un acto ilegal, ya que la zona está protegida por ser parque nacional desde 1985, sino que además afecta la calidad del aire, y genera complicaciones respiratorias a los habitantes.
La infociudadana de El Pitazo Tenezya Rosanta agrega que el incendio es cada día más grande. Los vecinos despiertan con congestionamiento a causa de la quema nocturna. Señala que esta actividad representa un riesgo importante para la salud no solo de los vecinos, sino también de los implicados.
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Aparte de ello, en la montaña reposa un tanque de agua de más de 11 millones de litros que surte a buena parte de Montalbán. De no tomarse las previsiones necesarias, las bases podrían ceder por culpa del debilitamiento del terreno y causar una tragedia, además de pérdidas económicas importantes.
Un problema de larga data
Los primeros indicios de estas invasiones se remontan a comienzos del año 2018, cuando una situación similar se presentó. Para ese momento también existió quema de vegetación por parte de invasores, y terminó generando la caída y desprendimiento de árboles y tierra hacia la avenida Teherán, causando congestionamiento de vehículos.
El caso fue atendido por las autoridades en ese momento, se realizaron algunas detenciones y los vecinos introdujeron un recurso ante la Defensoría del Pueblo para que investigara e hiciese seguimiento. Para entonces el problema cesó y los invasores desalojaron la zona, pero ahora han regresado.
La preocupación de los vecinos también apunta hacia la calidad de vida en el sector, pues no desean que el parque sea invadido y se repita la historia vista en la Cota 905, donde una invasión terminó convirtiéndose en una barriada con construcciones de alto riesgo