La Guaira.- «Un baño de mar, para empezar con buen pie el año 2023. Eso vine a hacer y es lo que me voy a llevar», explicó Mariela Guzmán, al ser consultada por El Pitazo, sobre la razón de su visita al balneario de playa Candilejas, al oeste del estado Vargas, este miércoles, 4 de enero.
Guzmán, oriunda de Ocumare del Tuy, viajó en una excursión, con otras 30 personas y algunos integrantes de su grupo familiar, a la playa, para cumplir con un ritual que celebra desde hace unos ocho años, a excepción del año 2021 por la pandemia de COVID-19, darse un baño de playa antes de quedar atrapada en la rutina que impone el día a día.
Viajar desde Mérida hasta Caracas puede costar más de 100 dólares
«Luego los muchachos empiezan las clases y en mi trabajo las vacaciones son colectivas hasta el próximo lunes. Así que hay que aprovechar», comentó la mujer.
Pareciera que la idea de Guzmán es seguida por muchos. De acuerdo con las autoridades del estado Vargas, las playas del litoral central venezolano han recibido una visita masiva de temporadistas desde el 1 de enero.
73% de ocupación hotelera en Vargas
Aunque no hay cifras definidas, la visita puede ser confirmada al ver el lleno en los estacionamientos de balnearios, la disposición de nuevos toldos hasta en los malecones y la fuerte congestión vial que se registra en horas pico, tanto de llegada como de retorno.
La mayoría de los visitantes proviene del eje de la Gran Caracas y hacen visitas puntuales de ida y vuelta, por la cercanía del litoral central con Caracas y Miranda.
«La ocupación hotelera ha alcanzado el 73% durante el inicio de este año y la demanda de servicios ha superado el 100%. Balnearios que ya, antes del mediodía, tienen todos los espacios de toldos y sillas copados. Las playas de los ejes Urimare-Catia La Mar y Macuto-Caraballeda-Naiguatá han recibido la mayor afluencia de visitantes que se trasladan en transporte público. Hacia los extremos Chuspa y Chichiriviche hay movilidad con carros particulares», explicó a El Pitazo el director de Turismo en el litoral central venezolano, Juan Carlos Fidalgo.
La visita masiva ameritó un operativo especial de seguridad, que ha contado con la participación de 2.500 funcionarios concentrados en los balnearios con mayor afluencia y en puntos, para garantizar la movilidad y vías alternas, en caso de fuertes embotellamientos.
Temporadistas consultados en un recorrido realizado por El Pitazo indicaron que encontraron balnearios «más limpios» y la buena disposición de los trabajadores playeros. La principal falla, para muchos, era la falta de agua potable en los baños con ducha.
«Te venden tobos de agua en un dólar para sacarse la sal y no irse empegostado a casa. Así que uno lo paga», dijo Carlos Caña, vecino de Antímano que visitó playa Verde por el inicio del año 2023.
Iepan celebra 15 años haciendo Roscas de Reyes con un variado menú
Toldos y comida
En cuanto a los precios, los visitantes expresaron, en su mayoría, que no eran exorbitantes, pero que igual era difícil cubrirlos para un grupo familiar grande.
«Los toldos y las sillas salen en 10 dólares (un toldo y dos sillas), aquí somos cuatro, así que pagué 12 dólares. Entonces debo pagar el estacionamiento y alguna bebida. Nos traemos la comida, porque no alcanza para más», apuntó Raquel Moreno.
En la mayoría de los comercios playeros consultados, los platos más onerosos eran los calamares y camarones en 20 dólares; mientras que los pescados roncador, carite o pargo oscilaban entre 10 y 18 dólares por plato. Muchos bañistas optaban por el hervido de pescado, vendido entre 4 y 6 dólares.