Caracas.– La chef Diana Josefina Manzini D’Elía murió a sus 33 años de edad el 16 de agosto de 2021 en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Santa Sofía, en Caracas, donde no recibió atención a tiempo por inconvenientes con un pago y la ausencia de sus neurocirujanos tratantes al momento de presentar una emergencia, según denuncia su familia.
El Tribunal Séptimo de Control fijó para el lunes, 17 de octubre de 2022, la audiencia preliminar de la causa contra dos médicos neurocirujanos y la junta directiva de la clínica, acusados de omisión de socorro, homicidio a título de dolo eventual y estafa. La parte demandante espera que se llegue a un acuerdo reparatorio y que los culpables asuman su responsabilidad.
Minerva Josefina D’Elía Sánchez, madre de la joven fallecida, introdujo una querella en noviembre de 2021 ante tribunales. Luego de 10 meses de investigaciones penales la fiscal provisoria N°24, Yinelki Guilarte, dictó un acto conclusivo en el cual se acusa a los involucrados de los delitos antes mencionados.
Una operación ambulatoria que se agravó con los días
Diana Manzini ingresó por primera vez a este centro médico en febrero de 2021, luego de sufrir un accidente de tránsito que le ocasionó una fractura en la vértebra L1 de la columna, por lo que el traumatólogo de guardia le recetó algunas medicinas e indicaciones. Al pasar los días presentó molestia y fue remitida al neurocirujano Adrián Urdaneta, quien recomendó realizar una vertebroplastia, una operación ambulatoria en la que se inyecta cemento óseo en la vértebra.
Para el día 2 de agosto del mismo año fue pautada la operación, pero la realizó el especialista Carlos Foubert, médico neurocirujano que no atendió el caso de la joven previamente. Desde el primer momento las consultas las realizó su asistente, el doctor Adrián Urdaneta, de acuerdo con la información de la señora Minerva D‘Elía, jubilada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Dos días antes de la intervención, el pago por 2.390 dólares fue rechazado por el doctor Foubert porque se estaba haciendo desde un banco internacional y se le cobraba 100 dólares de comisión por la transacción, precisó la madre de Diana, quien ofreció pagar esa diferencia en efectivo, pero el neurocirujano se negó. Por lo tanto, D‘Elía Sánchez tuvo que contactar a un conocido para que enviara el dinero desde otra plataforma bancaria y que no se suspendiera la cirugía.
La joven Diana Manzini fue operada y dada de alta el mismo lunes 2 de agosto de 2021, aunque presentaba dolor de cabeza, molestia que tuvo durante una semana. “Durante esos días mi hija llamó a los médicos, pero Foubert no respondió y Urdaneta es quien receta a Diana vía telefónica. No le pidieron que acudiera a la clínica para saber qué pasaba”, dijo su madre.
Falta de atención médica en medio de una emergencia
El día 9 de agosto, Manzini D‘Elía convulsionó en horas de la madrugada luego de los constantes dolores de cabeza y nuevamente la trasladaron a la Clínica Santa Sofía. Llegó a las 5:00 am y a las 8:00 am fue cuando le realizaron una tomografía, en la que diagnosticaron que tuvo un derrame cerebral. Sin embargo, la señora Minerva afirmó que su hija estuvo 12 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos sin recibir la debida atención porque el pago de la factura no se podía realizar.
«Con el pasar de las horas el manchón se hacía más grande y a mí me presionaban por el pago. Finalmente logré comunicarme con el banco y se hizo la transacción al servicio de emergencia que era de 1.000 dólares. Mientras deciden qué es lo próximo que van hacer me pasan una factura por 11.000 dólares y un pago al médico por 9.200 dólares para practicar una craneotomía y drenar la hemorragia», detalló.
Minerva D’Elía puntualizó que la cirugía no se realizó a tiempo porque el pago no se había ejecutado. «Yo no me negué a pagar. Era de madrugada y el banco en el que tenía el dinero estaba cerrado porque es una entidad en el extranjero», comentó en una entrevista con El Pitazo.
Finalmente deciden operar a la joven y salió de quirófano el 9 de agosto. Al pasar dos días, la paciente tuvo una recaída y tuvieron que reanimarla. Desde ese momento, Minerva D’Elía supo que Diana tenía muerte cerebral, hasta que murió el día 16 de agosto.
No quedar en silencio ante la negligencia médica
A partir del fallecimiento de Diana, la señora Minerva, quien quedó sin los ahorros que tenía de su jubilación en Naciones Unidas, prometió no quedarse en silencio ante la negligencia médica. Decidió actuar contra los involucrados con la intención de que respondan y quede de lección para que otras personas no pasen por lo mismo.
Recomendó a familiares estar pendiente de las facturas que se les cobra en los centros de salud privados. Afirmó que en su caso, aprovecharon el dolor por la muerte de un pariente para incrementar el monto de los servicios.