Caracas.- El parque temático Brinca Este tiene cinco días de inaugurado y las colas para ingresar al recinto aún son largas. Esta situación incentiva la presencia de vendedores informales en las instalaciones del Parque Generalísimo Francisco de Miranda o parque del Este, denunció este martes, 5 de septiembre, la secretaria de Organización del Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques), Marlene Sifontes.
“Desde la concha acústica hasta el estacionamiento número dos hay buhoneros vendiendo tostones, chupis, donas, obleas, entre otras cosas más”, indicó Sifontes en llamada telefónica con El Pitazo.
Desde los inicios de la construcción de Brinca Este en mayo de 2022, Sunep-Inparques alertó de las consecuencias de este tipo de parques en los espacios del rincón verde caraqueño, un área recreacional que permite la conexión del habitante de la capital con la naturaleza.
Sunep-Inparques también compartió este 5 de septiembre un comunicado: destacó que en los 5.400 metros cuadrados que suman Brinca Este y las pistas de patinaje Skatepark se generan caos vehicular, contaminaciones sónica y lumínica para la fauna en cautiverio, y uso inadecuado de los espacios verdes.
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“Con tan poco tiempo de abiertas las instalaciones, ya se han detectado otros problemas más graves como la presencia de jóvenes consumiendo drogas y conductas inadecuadas, como orinar en las áreas verdes del parque. Todos estos problemas afectan gravemente a la flora y fauna, importantísimos reservorios del parque”, dice el texto.
Sifontes recalcó que los horarios de funcionamiento y la cantidad de personas que visita el lugar por las atracciones interfieren en el descanso de la fauna en cautiverio, en especial del perro de agua, cuya área se encuentra cerca de ambas construcciones.
El sindicato Sunep-Inparques recalcó que estas acciones violan los principios básicos y fundamentales de armonía con el ambiente debido a la cantidad excesiva de visitantes, que supera la capacidad de carga para la cual fue diseñado.
La situación también genera mayor cantidad de basura, pese a que no hay una adecuada gestión para estos desechos.
“Todo esto nos lleva a un desenlace nefasto: estas nuevas instalaciones con carácter tan disruptivo le restan al parque de forma irreversible el valor patrimonial ante el Centro de Patrimonio Mundial (WHC, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)”, advirtió Sunep-Inparques.
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Asimismo, recordó que el parque del Este fue declarado «Bien de Interés Cultural de la Nación» en 1998 y estas construcciones lo ponen en riesgo de no entrar en la lista de Patrimonio de la Humanidad, porque incumplen con 4 de los 10 lineamientos ambientales establecidos por la organización.
“La protección, gestión, autenticidad e integridad de la propiedad también es una consideración importante y está siendo alterada al no preservar su diseño original”, sentencia la Sunep-Inparques.
Brinca Este recibe en cada una de sus rondas a unas 200 personas, las cuales deben cancelar 3 dólares y 1 dólar adicional por las medias, explicó el personal de este recinto a El Pitazo durante un recorrido.
Diariamente, este parque está abierto entre 9 y 10 horas, significa que genera al menos unos 5.400 dólares diarios.
Sunep-Inparques se preguntó: “¿Quién se está haciendo rico o más rico a costa de la destrucción del patrimonio de los venezolanos, con tal avaricia que ni siquiera respeta el descanso nocturno de la fauna libre o en cautiverio, ni el lunes de mantenimiento del parque del Este?».