Caracas.- Aunque han pasado dos años desde que la Administración del Cementerio del Este se comprometió a reemplazar las placas de bronce robadas por otras de mármol, este lunes 2 de noviembre en el Día de los Fieles Difuntos, cientos de tumbas en ese camposanto permanecen sin identificar.
Las denuncias de los deudos siguen siendo tan comunes que este 1° de noviembre, en una visita hecha por El Pitazo a este cementerio, al menos tres personas manifestaron con sorpresa haber descubierto que faltaban las placas por las que pagaron en las tumbas de sus familiares.
Y aunque en las parcelas centrales del camposanto ya se pueden observar las nuevas placas hechas en mármol y con las que se prometió reemplazar las robadas, en los jardines más apartados de la vista pública son innumerables las bases de cemento sin ningún tipo de identificación y con la sombra marcada de donde estuvieron los cuadros de cobre que, desde hace algunos años, son robados por personas que se cuelan en el cementerio.
Para 2018, en una entrevista ofrecida por la gerencia de servicios de Cememosa (Cementerio del Este) para el Institutional Assets and Monuments of Venezuela (IAM Venezuela), se admitió que al menos 200.000 personas son propietarias de parcelas del cementerio, también conocido como “La Guairita”.
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De esta cantidad, para junio de ese año, al menos el 3 % estaba afectado por el hurto de lápidas, situación que empeoró con el robo de jardines completos.
Una mujer, dueña de dos parcelas de La Guairita que prefirió no identificarse, aseguró a El Pitazo que los robos persisten y que la vigilancia se limita a las secciones principales del cementerio, pese a las altas cuotas que siguen pagando los familiares para garantizar el cuidado de estos espacios donde reposan sus seres queridos.
«Hice el reclamo para que me dieran la placa nueva, pero han pasado como 10 meses y nada. Y en la cuarentena han desvalijado esto», añadió la señora.
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En el camposanto se encontraba también Félix Vargas, que desde los cinco años visita a su mamá enterrada en el Cementerio de La Guairita y que este domingo, 30 años después, encontró la tumba de su madre sin identificar y con la pequeña placa de mármol sobre la que se posa el identificador de bronce vacía.
«Antes de la pandemia vine y estaba la placa y ahora no está… El mantenimiento no dejan de cobrarlo, pero está situación sigue», denunció.
Solo caminar entre los jardines del camposanto es suficiente para constatar la denuncia del señor Vargas. Hay tramos enteros sin placa y en toda una sección se pueden contar no más de cuatro identificadores de mármol.