Caracas.- Ricardo Corazón de La Vega, la última pieza de Te la cuento yo –proyecto de periodismo performático de El Pitazo–, conmueve y crea conciencia sobre uno de los grandes problemas que sufren los venezolanos: el cercenamiento del derecho a protestar. La pieza relata una de las tantos casos de violación de los derechos humanos en el país, que han sido reseñado en el último informe de la Misión de la ONU en Venezuela.
La obra de la dramaturga Yoyiana Ahumada, que retrata los seis meses de presidio y tortura del ciudadano Leopoldo Cardozo durante las protestas de 2017, se estrenó el sábado 11 de junio en el auditorio de Bolívar Films, en un acto íntimo donde los asistentes conversaron acerca de la violencia desmedida que ejerce el gobierno para apagar y acallar las manifestaciones y la importancia de la participación para reclamar los derechos civiles.
“Te la cuento yo trabaja por la memoria y la resiliencia de los venezolanos que han sido víctimas de la represión y que sufren condiciones adversas. Si no hablamos entre nosotros no tendremos un país democrático y libre, no dejaremos memoria”, destacó Ahumada frente a los asistentes que observaron la proyección del mediometraje.
La escritora agradeció a Cardozo por brindar su testimonio para la historia, al tiempo de que justificó la ausencia del activista de La Vega, que estuvo hasta la madrugada del viernes asistiendo a los cuatro jóvenes de Voluntad Popular que fueron detenidos en Chacao durante una protesta en memoria de Neomar Lander y que luego de estar dos días en el Dgcim salieron con medidas sustitutivas de libertad.
La Vega, un sector del oeste donde hubo detenciones
Los actores William Cuao, quien interpreta al preso político Ricardo, y Nelson Lehmann, que encarna al carcelero Cerbero Certero; activistas por los derechos civiles, integrantes del equipo de El Pitazo, junto con el director César Batiz, amigos del medio aplaudieron y reflexionaron luego de la proyección del audiovisual de 38 minutos.
El representante de la ONG Foro Penal, Luis Betancourt, recordó que la represión ejecutada por los cuerpos de seguridad del Estado en 2017 por órdenes del gobierno de Nicolás Maduro fue una de las más duras registradas en el continente.
“Felicito a la escritora, a los actores y a todo el equipo que participó en ese trabajo. Lo que mostraron es parte de lo que se sufrió en ese año horroroso”, dijo Betancourt, quien recordó que hasta la fecha hay más de 200 venezolanos detenidos por oponerse al gobierno de Maduro. “Los testimonios que hemos documentado de los presos políticos son fuertes. Las detenciones, torturas y asesinatos de 2017 dejaron huellas. Los que atendemos a los presos políticos recibimos amenazas y eso indica que ustedes son unos valientes”.
Ricardo Corazón de La Vega es la tercera entrega de Te la cuento yo, espacio generado por El Pitazo para contar el drama de la gente en medio de condiciones adversas causadas por la represión y la crisis humanitaria compleja que atraviesa Venezuela.
“Te la cuento yo forma parte del ADN de El Pitazo, que tiene como principio escuchar y entender a la audiencia e innovar para que esta denuncia llegue a la gente y que se apropie de ese contenido. Ojalá sea el efecto para reconstruir el tejido social que se ha perdido”, explicó Batiz, al tiempo de que recordó cuando Ahumada le presentó la idea.
Un trabajo de apoyo
Batiz agradeció a todos los que apoyaron la materialización de Ricardo Corazón de La Vega, que se grabó en la sala Cabrujas del Centro Cultural Chacao. La Fundación Rajatabla y la organización no gubernamental Acción por la Libertad apoyaron la realización de este audiovisual.
Los actores Lehmann y Cuao coincidieron en la importancia de estas obras para que los ciudadanos mantengan en el recuerdo a las personas apresadas por defender los derechos de todos. “Desde que leímos el guion supimos la responsabilidad que implicaba hacer este trabajo. Siento que contribuimos a la memoria colectiva”, dijo Cuao.
Los asistentes aplaudieron el trabajo del director de arte en las filmaciones, Iván Oropeza; Daniel Hernández en la escenografía y la asistencia de dirección de Zara Fermín. La producción estuvo a cargo de la gerencia audiovisual de El Pitazo, liderada por Génesis Salazar. La videografía fue realizada por Rubén Rodríguez y Ronald Peña, con la edición y montaje de Alexis Navarro.