Caracas.- La devoción y fe católicas volvieron a sentirse en las calles del centro de Caracas, este miércoles 13 de abril, día de la tradicional procesión de la imagen del Nazareno de San Pablo que, por primera vez desde el inicio de la pandemia del COVID-19 en Venezuela, recorrió de nuevo los sectores del casco central caraqueño, desde la Basílica de Santa Teresa, en una multitudinaria y emotiva jornada de Semana Santa.
Lágrimas, aplausos y gratitud, pero también silencios y momentos de reflexión personal fueron algunas de las manifestaciones por parte los fieles devotos, creyentes, residentes, transeúntes del centro de Caracas y católicos en general, quienes visitaron y acompañaron en su recorrido a la histórica imagen del Nazareno de San Pablo, resguardada en la Basílica de Santa Teresa.
La procesión, que inició pasadas las 5:00 pm, estuvo precedida por la misa que ofició el cardenal Baltazar Porras en la plaza Diego Ibarra, en la que resaltó la necesidad de no traicionar los valores que pueden transformar a las personas en ciudadanos responsables y críticos ante las injusticias y los atropellos.
Encomendadas
La fe y la atracción por la imagen del Nazareno de San Pablo en Caracas solo se pueden comprender escuchando, oyendo, como dice el clásico del sonero Ismael Rivera.
Geraldine Almarza, una de los cientos de caraqueños que asistieron a la procesión, este miércoles en el centro de la ciudad, lo hizo descalza desde Antímano, donde reside. Está convencida de que el Nazareno la ayudó a tener a su hija, Miranda, de 6 años.
«Desde hace ocho años estoy pagando una promesa, porque desde muy joven me diagnosticaron un tumor en una trompa y decían que no podía tener bebés. Desde hace seis años tengo este precioso milagrito aquí, Miranda. Yo me encomendé al Nazareno y un día, cuando fui al médico por una operación, me enteré que tenía siete semanas de embarazo. Ese mismo día, un Miércoles Santo, hace seis años, le prometí al Nazareno que hasta que mi hija fuese madre vendría a verlo descalza desde mi casa. Es una promesa de fe, sé que él fue quien me hizo ese milagro», contó Almarza a El Pitazo.
Belkys Méndez, residente de San Agustín del Sur, también prometió acudir cada año a la tradicional procesión en la cuadra de Santa Teresa. «Estoy pagando mi promesa, como todos los años, por un accidente que tuve y por el que me encomendé al Nazareno».
Como Belkys y Geraldine, cientos de caraqueños conformaron una multitud color púrpura que acompañaba al Nazareno de San Pablo por las calles del centro de la ciudad.