Caracas.- Este 3 de agosto se celebra el 79° aniversario de El Nacional, un diario que se fundó en 1943 y que se convirtió en referencia para Venezuela y el mundo, a pesar de los obstáculos y arremetidas que se le presentaron en las últimas 2 décadas por parte del Estado venezolano, que de manera arbitraria ordenó el desalojo, en 2020, de la sede donde funcionaba este medio de comunicación.
Durante casi ocho décadas son muchos los profesionales de la comunicación que se formaron, crecieron e hicieron una vida en este diario. Uno de esos periodistas es Hernán Lugo, quien durante 20 años de labor en El Nacional se desarrolló de manera profesional y personal. Consideró que con amor pudo recorrer el país para vivir en primera persona el clamor, angustia y esperanza de personas que anhelaban una Venezuela próspera.
«Para mí representa la universidad del periodismo y de los reporteros, que formó a generaciones que hicimos del periodismo nuestro modo de vida y lucha. Pudimos escribir grandes páginas para poner en evidencia las malas intenciones de los gobernantes en Venezuela, relacionados con casos de corrupción y violaciones a los derechos humanos», relató Hernán Lugo a través de una entrevista telefónica con El Pitazo.
Expresó que este medio de comunicación es un espacio donde el alma de cada uno de sus periodistas «no pudo ser comprada por el régimen». Aunque muchos comunicadores se encuentran exiliados, consideró que permanecen «con la frente en alto porque se hizo lo necesario en el periódico y el gremio».
«Venezuela merece algo mejor y el periodismo está allí para hacerlo ver. El Nacional es el medio que no se doblegó y siempre estuvo defendiendo los intereses de los venezolanos», indicó el periodista. No olvida las amenazas que recibió del expresidente Hugo Chávez, un hecho que lo obligó a salir del país en 2017.
Uno de los aspectos que más añora es el calor humano de los compañeros con los que pudo coincidir. También consideró que se necesita del periodismo donde la gente hable y se puedan sentir las cosas que padecen las personas en medio de la crisis del país.
Miriam Cañas, por su parte, formó parte de este medio durante 37 años, y al igual que Hernán Lugo, indicó que El Nacional representa la lucha diaria por la libertad de expresión y la Venezuela que no se rinde. Además de ser la gran escuela para muchas generaciones de periodistas. «Por su redacción pasaron grandes plumas y maestros del periodismo latinoamericano», precisó.
«La Miriam que llegó a El Nacional era una recién graduada con grandes deseos de aprender del gran periodismo. Ese sueño se cumplió a cabalidad porque durante todos mis años de servicio acumulé aprendizaje, grandes amigos, ética, solidaridad y lucha por el gremio», explicó la periodista a El Pitazo. Relató que luego de casi 40 años de servicio no esperaba que su salida estuviese marcada por un cierre inesperado y la frustración de irse sin ningún tipo de protección social.
Rafael León es otro de los periodistas que durante tres años hizo vida en este medio y aunque consideró que fue corta su estadía en el periódico, debido al cierre en 2020, indicó que tuvo la oportunidad de formar parte de esta «gran escuela donde todos eran una familia» y un espacio donde pudo «hacer periodismo de verdad sin perjudicar a nadie».
«Ingresé en 2017 cuando se desarrollaban las protestas sociales y estuve encargado de cubrirlas. Hicimos lo posible para que ninguna víctima de represión quedara olvidada. Hoy todo eso que escribimos está en archivos y nuestras noticias sirvieron como testimonio para las investigaciones internacionales que realizan actualmente», contó a El Pitazo.
Aseguró que al momento de recibir la noticia sobre el cierre del área impresa sintió rabia y frustración por no tener la oportunidad de continuar su formación y sueño en este medio de comunicación, donde esperaba trabajar más de 20 años.
«Cuando cerraron la versión impresa, sentí que era el pago por habernos aferrado tanto a informar verazmente lo que acontecía en las protestas en Venezuela. Por no silenciar a los oprimidos, por decir la verdad de lo que sucedía. Fuimos referencia informativa a nivel mundial y eso nos costó la censura, falta de papel, amenazas y hasta el robo del edificio», agregó.
Aun cuando el medio de comunicación se quedó sin una base de operaciones física, El Nacional se reinventó para seguir en la lucha e informando sin temor a enfrentar los retos venideros y, en su 79° aniversario, se traza nuevos propósitos para alcanzar un mejor mañana.