Caracas. Visitar, alimentar, mantener sano y trasladar a tribunales a una persona recluida en algún centro de detención preventiva de Venezuela les cuesta a sus familias un estimado de 300 dólares al mes, según determinó la ONG Una Ventana a la Libertad.
Esta información fue expuesta en el informe Familia de los detenidos en los centros de detención preventiva: víctimas por parentesco”, que publicó el martes 23 de julio la organización, que se dedica a la defensa de los derechos humanos de las personas detenidas.
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El coordinador de esta ONG, Carlos Nieto Palma, detalló que los familiares de reclusos deben sortear obstáculos, en un país en el que el salario mínimo equivale a menos de cuatro dólares mensuales, con el fin de cubrir sus pasajes para llegar a los recintos carcelarios.
También deben pagarles a funcionarios para que les permitan ingresar comida, agua potable, medicamentos, productos de aseo personal y el precio de la gasolina de las unidades en las que serán trasladados a los tribunales.
“No solo son los guardias o custodios los que exigen dinero por todo; también los fiscales y los abogados privados piden mucho dinero y por lo general no hacen nada”, dijo un familiar a la ONG.
De la cárcel al estigma
Las dificultades no solo están en los gastos y la cárcel, ya que, según detallaron algunos parientes para esta investigación, cargan con un estigma en sus comunidades y lugares de trabajo. “No importa lo bien que te hayas portado siempre, esa mancha te acompañará toda la vida”, indicó otro pariente consultado para la investigación.
La ONG señala que 71 % de los familiares entrevistados aseguraron que las visitas a sus seres queridos están rodeadas de malos olores, basura y animales rastreros.
El informe con más detalles sobre la situación de los reos está disponible en el portal de Una Ventana a la Libertad y es de acceso público.