Tres semanas sin el servicio de agua potable llevan familias del sector La Veraniega, ubicado en la carretera Ocumare-San Francisco de Yare, en jurisdicción del municipio Tomás Lander del estado Miranda.
Carolina Tovar, una de las afectadas, contó a El Pitazo que la sequía los ha obligado a recoger el agua de lluvia para poder bañarse y limpiar sus hogares. “En esta comunidad somos personas de escasos recursos y no tenemos cómo cancelar $25 por 5.000 litros de agua, que es lo que está cobrando una cisterna, así que nos toca vivir de la caridad de la naturaleza”, señaló Tovar el 25 de julio.
La declarante indicó que llevan años conformando las Mesas Técnicas de Agua (MTA) conjuntamente con Hidrocapital, pero nada han logrado hasta ahora. “Las fallas continúan; el servicio de agua no es continuo, a pesar de que en esta zona existen dos embalses, como son el Ocumarito y el Lagartijo”, añadió.
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Rosalinda Acosta se unió a la denuncia de Tovar y señaló que hace seis meses el servicio por tubería llegaba una vez a la semana, pero ahora la la escasez se ha agudizado. “Es inconcebible que en plena pandemia uno de los servicios más deficientes sea el agua. Nos recomiendan lavarnos las manos constantemente, pero eso es imposible, ya que por nuestras tuberías solo sale aire”, señaló.
El problema de escasez de agua no solo afecta a los vecinos de La Veraniega. El resto de las comunidades de los Valles del Tuy padecen la misma problemática. Desde hace al menos cinco años, Hidrocapital aplica un programa de racionamiento.
“En teoría, el agua debería llegar tres días a la semana; sin embargo, desde hace dos meses se está enviando cada seis o siete días debido a problemas en las tuberías de la estación de bombeo Ocumarito. La falta de mantenimiento está pasando factura”, dijo un trabajador de la empresa hidrológica, bajo anonimato.