Miranda.- Familiares de los presos políticos que están en la cárcel Yare III informaron que no hubo traslado a los penales de Tocuyito (Carabobo) y Tocorón (Aragua), la tarde del 24 de noviembre.
Según las declaraciones que ofrecieron a El Pitazo, los once autobuses que llegaron a esta penitenciaría, ubicada en los Valles del Tuy, estado Miranda, salieron vacíos después de las 4.00 p.m. del domingo 24.
«Padre santo, escuchaste nuestro ruego, nuestras peticiones, gracias, Señor, eres grande, van todos vacíos; que no regresen, que se vayan», exclamó la madre de uno de los detenidos, entre lágrimas; mientras otro grupo aplaudía, al percatarse de que los buses no llevaban pasajeros.
«Hay mucha maldad en todo esto»
Los familiares de estos presos vivieron dos días de agonía. Extraoficialmente, les habían informado que sus parientes serían trasladados; sin embargo, las autoridades penitenciarias guardaron silencio.
«Nadie nos dice nada. Tenemos dos días a la expectativa. Hay mucha maldad en todo esto. Nos tienen en ascuas, vivimos una constante agonía», acotó una de las madres a El Pitazo.
Aunque no había versión oficial, la mujer indicó que a su hijo le permitieron una llamada desde el penal para que le informara del traslado. Los presos oriundos de los estados Yaracuy, Barinas y Zulia serían recluidos en Tocuyito y los de Anzoátegui, Portuguesa y Miranda, en Tocorón.
Según el Comité por la Libertad de los Presos Políticos, gracias a la presión se detuvo este traslado.
«También vivimos una tortura»
La mayoría de los presos poselectorales que están en Yare III son procedentes del estado Anzoátegui. Para visitarlos y seguir luchando por su libertad, sus madres se mudaron a los Valles del Tuy. Si se concreta un traslado a Tocorón, nuevamente tendrían que alquilar una habitación cerca de esa cárcel, ubicada en el estado Aragua.
Desde Barcelona hasta la cárcel de Tocorón hay 447.3 km que se recorren en 6 horas, en vehículo particular. «Muchas de nosotras tenemos otros hijos que dejamos al cuidado de sus papás o sus abuelos, pero ellos necesitan a sus madres. Algunos son pequeños y lloran cada vez que nos despedimos, porque saben que pasarán semanas sin vernos y no quieren que nos separemos. De alguna manera, nosotras también estamos presas y viviendo una tortura», indicó una progenitora.
La mañana de este lunes, 25 de noviembre, parientes de los presos políticos se mantienen en las adyacencias del penal de Yare. Algunos entregaron la paquetería y esperan que mañana les permitan visitar a sus familiares.