Caracas.- Telescopios, carpas, cámaras digitales, binoculares y, por supuesto, los celulares con batería cargada al 100% fueron algunos de los objetos que usaron los caraqueños, tanto en casa como en varios lugares de la ciudad, en una jornada de trasnocho para presenciar y deslumbrarse con el primer eclipse lunar del año, un fenómeno astronómico que, además, coincidió con otro, la Luna roja, dos de los nueve eventos astronómicos que se podrán apreciar en América Latina y el Caribe en lo que resta de 2022.
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El Planetario Humboldt, ubicado en el este de Caracas, fue uno de los lugares que preparó una jornada especial, desde las 7:00 pm del domingo, para que los apasionados por los fenómenos astronómicos y el público en general apreciaran el primer eclipse lunar del año, que comenzó a las 10:27 pm y cuya fase máxima se registró pasadas las doce de la noche, para culminar cerca de las 2:00 am, de este lunes 16 de mayo.
Un cielo nublado impidió el disfrute pleno a quienes asistieron a las adyacencias del Planetario Humboldt. Sin embargo, las expectativas se mantuvieron y entre suspiros, aplausos y reacciones de emoción ante cada espacio despejado del cielo que permitía ver el eclipse, residentes de diversos sectores de la ciudad, tanto del centro, este y oeste, expresaron su satisfacción ante el hecho astronómico.
«Por ahí viene un hueco, prepara los binoculares y el telescopio rápido, ahí viene», advirtió una de las asistentes a su compañero, con teléfono en mano, en la explanada del Planetario Humboldt, mientras esperaban con la mirada puesta en el cielo nocturno de Caracas.
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Quienes asistieron al Planetario Humboldt para la jornada especial disfrutaron de una función astronómica previa al eclipse lunar.
«Valió la pena porque pudimos disfrutar del ambiente, de la naturaleza, sobre todos los niños, después de tanto tiempo de pandemia. Al estar en un lugar como este y poder presenciar un hecho así, te das cuenta de que el universo es perfecto», destacó Elizabeth Muñoz, una residente del sector de la Candelaria, acompañada de su hija de 11 años, quien presenciaba su primer eclipse lunar.
Algunos padres aprovecharon la jornada en los espacios del Planetario Humboldt para instalar sus carpas, entrar en contacto con la naturaleza y descansar, mientras la luna se situaba, a medida que avanzaba el eclipse, a 362.126,5 kilómetros de la Tierra.
«Vinimos con la carpa sin intención de quedarnos, me enteré con poco tiempo de antelación que se podía pernoctar, si nos hubiéramos enterado mucho antes habríamos traído hasta los uniformes del colegio, algunas de las cosas esenciales y de aquí salir a la escuela. Los niños, de 4 y 6 años, estaban muy emocionados y disfrutaron del inicio del eclipse, luego se quedaron dormidos», explicó Elena Medina, junto con esposo Luis Colmenares, residentes de Montalbán.
Por su parte, el coordinador académico del Planetario Humboldt, Carlos Quintana, aprovechó la ocasión para refrescar los conceptos básicos de astronomía y recordar qué es un eclipse lunar.
«A pesar de lo nublado, estamos presenciando el eclipse total de la luna, que está atravesando el cono de sombra de la Tierra, por eso se oscurece y vemos cómo su color se torna rojizo. Cuando la luna atraviesa el cono de sombra de la Tierra, porque se alinea momentáneamente con el sol y con nuestro planeta, interrumpe el cono de sombra de la Tierra y eso se traduce en un eclipse. Esas alineaciones se llaman sicigias, que pueden ser eclipses de luna o de sol», detalló Quintana.
En bicicleta y algunos apertrechados con bebidas y alimentos para lo que sería una jornada de desvelo, cientos de residentes de la ciudad se dispusieron a movilizarse hacia los lugares de la capital con las mejores ubicaciones para presenciar el eclipse lunar y la Luna roja, mientras intercambiaban las fotos que recibían y que captaban de cada instante con sus teléfonos y cámaras digitales.