Génesis Ortiz llora por su hermano. No puede contener las lágrimas cuando alguien le pregunta por él, por su detención. Y, aunque tiene el corazón destrozado, es capaz de defenderlo, de recordar que se lo llevaron injustamente porque es un estudiante, un músico y, además, el sostén de su casa.
Antonio Josué Ortiz es estudiante de ingeniería eléctrica, tiene su propia empresa como reparador de ascensores y es músico. Pero estos antecedentes no fueron suficientes para los funcionarios de la Guardia Nacional que lo detuvieron el mediodía del 23 de enero, en el Puente Los Leones. Desde entonces su familia no ha dejado de clamar por su libertad.
Este sábado, 9 de febrero, volvieron a pedir la libertad de su muchacho en una actividad del Foro Penal en la que recaudaron y entregaron medicinas y alimentos para los familiares de los presos políticos de las últimas tres semanas. Alfredo Romero, director de la organización, recordó que hay más de 700 ciudadanos privados de libertad en todo el país y aseguró que esta es una forma de ayudar a las familias a lidiar con el duro proceso de una detención injustificada.
“Si quieren agarrar a los malandros mejor salgan de noche, persigan a los malandros, a los violadores. No se lleven a la gente que sale adelante, que trabaja por el país. Mi hermano es un hombre sano, un hombre bueno y tenemos miedo por él”, dijo Génesis.
Durante el evento, que se realizó en las afueras de la sede del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (Pnud), en Venezuela, el Foro Penal recolectó bolsas de comida y medicinas de todo tipo. “nosotros agradecemos mucho esta ayuda que nos da el Foro Penal, no solo con esto, sino con los abogados que nos orientan y nos ayudan. Ahora tenemos la esperanza de que nuestros familiares salgan después de los 45 días”, dijo Edimar Lemón, hija de Edison Lemón de 44 años, detenido cuando las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional (Faes), entraron a su vivienda en El Junquito.
“Yo sé que fue porque la junta comunal de mi comunidad dijo que él era opositor al Gobierno… Ellos lo entregaron”, declaró la joven.
Como ella, otras vecinas de la zona con sus esposos detenidos denunciaron que los mantienen en un comando de la Guardia Nacional del kilómetro 12 de El Junquito, en donde están hacinados y les impiden verlos. “Hay una ventanita y por ahí es que sabemos de ellos, porque nos gritan como están, pero tienen que salir, ellos son padres de familia y no han cometido ningún delito”, aclaró Migueizibeth González, esposa de Darwin Quevedo, detenido durante las protestas de El Junquito el 24 de enero.
Desde el Foro Penal reiteraron que mantendrán el apoyo a las familias de los nuevos detenidos que pasan a engrosar la lista de presos políticos e instaron a los ciudadanos a denunciar cualquier abuso policial y a recurrir al apoyo de las organizaciones que llevan registro de las violaciones a los derechos humanos.