Unas cinco familias del barrio Santo Niño, de El Campito en Petare, tienen 15 días viviendo de la caridad de sus vecinos a la espera de que el despacho de Hábitat y Vivienda de la Gobernación de Miranda cumpla su promesa de irlos a buscar para trasladarlos a un refugio y llevarles a resguardo las pocas pertenencias que lograron rescatar, luego del último derrumbe en esta zona el pasado 8 de septiembre.
José Rojas, uno de los vecinos afectados y cuya vivienda se derrumbó, contó a El Pitazo que se trata de 18 personas, entre ellas siete niños y niñas que se quedaron sin hogar y escucharon las promesas de funcionarios de la Gobernación de Miranda que les aseguraron que irían por ellos en los días siguientes al derrumbe.
Sin embargo, los damnificados siguen esperando, muchos de ellos sin trabajo y sin tener a dónde ir. Siguen en la zona y, hasta el momento, la vocera de la comunidad y encargada de darles respuestas, les ha indicado que no tiene mayor información.
Rojas recordó que antes del derrumbe, su familia tenía 15 días esperando que un camión de la gobernación los fuera a buscar para sacarlos de la casa que ya había sido declarada en riesgo. “Teníamos todas las cosas recogidas el día que la casa se derrumbó”, dice este padre de familia.
Él y otras familias, cuyas casas estaban en riesgo y ahora se quedaron en la calle, esperan que las autoridades de Miranda y de la Alcaldía de Sucre cumplan su palabra de ayudarlos, reconocerles algunos de los bienes perdidos e incluirlos en las próximas adjudicaciones.
Tania Arellano, otra de las damnificadas del barrio Santo Niño, donde más de 300 familias están en riesgo desde 2019 por un deslizamiento de tierras, indica que no les han dado respuestas sobre la situación y que incluso a ella, que estaba censada para una vivienda, la dejaron esperando.
Los vecinos de esta comunidad piden a las autoridades y particularmente al gobernador Héctor Rodríguez, que no se olvide de la gente de Santo Niño y que los ayude a resolver una situación que ya ha dejado en la calle a 18 familias y que amenaza a más de 300.