Caracas.– El lunes 27 de enero, el Ministerio Público imputó el delito de homicidio preterintencional en grado de frustración a 2 adolescentes del municipio El Hatillo, tras difundirse en redes sociales un video en el que se las observa agrediendo verbal y físicamente a una compañera de clases de 13 años. Según Joel García y Carlos Trapani, abogados y expertos, esta precalificación es errada.
A través de su cuenta de Instagram, el fiscal general, Tarek William Saab, informó que las dos jóvenes involucradas en los hechos violentos fueron detenidas y serán recluidas en la Entidad de Atención Dr. José Gregorio Hernández, ubicada en el sector Antímano del municipio Libertador, en Caracas. Además, se confirmó la identificación de otras tres adolescentes cómplices en el hecho, quienes serían detenidas próximamente, añadió.
Tras el anuncio de la Fiscalía, el abogado Joel García manifestó su desacuerdo con la precalificación del delito realizada por el Ministerio Público. Explicó que el homicidio preterintencional no admite la forma inacabada del delito como lo es la frustración. “Para que haya homicidio preterintencional, el resultado tiene que ser muerte y allí nadie murió”, subrayó vía telefónica a El Pitazo.
En ese sentido, considera que, en el caso de agresión a la adolescente en El Hatillo, y partiendo del video difundido en redes sociales, se puede hablar de lesiones, cuya gravedad debe determinar la medicatura forense y, a partir de allí, se impone la pena. “El problema es que, no existiendo ese delito que le atribuyen, no sabemos qué hará la Fiscalía y el juez de control ante quien las presenten”, apuntó.
El coordinador general de la organización Cecodap, Carlos Trapani, coincide con García y agrega que, si los hechos se limitan a amenazas o agresiones físicas, no configuran homicidio preterintencional. “Las amenazas, por ejemplo, podrían calificarse como un delito distinto, amenazas genéricas o lesiones psicológicas, según lo que determine la legislación vigente”, publicó en su cuenta de X.
Insistió en que los casos de homicidio preterintencional debe existir una acción inicial destinada a causar daño físico que, sin intención, termine provocando la muerte de la víctima. “En este caso, no se observa un acto que produzca un daño físico directo ni una intención de causar lesiones fatales”, argumentó Trapani.
Ministerio Público confirma detención de dos adolescentes que agredieron a una compañera de clases en El Hatillo
Prevención es la mejor estrategia
La responsabilidad del colegio, de acuerdo con García, tiene que ver con la atención a las causas y la prevención de este tipo de situaciones. Por eso, considera importante que la comunidad de padres y representantes, conjuntamente con el colegio, aborden la problemática en busca de causas y soluciones.
En ese sentido, Trapani destacó que la violencia escolar es una realidad preocupante en muchos centros educativos, pero lamentó que este tema se aborde de manera reactiva tras casos que generan alarma social.
El coordinador general de la organización Cecodap (Por los Derechos de la Niñez y Adolescencia) aclaró que el video difundido en las redes sociales, en el que se observa la agresión a la adolescente por sus compañeras, no permite identificar si el hecho constituye acoso escolar, pues este implica un comportamiento agresivo, repetitivo e intencional con un desequilibrio de poder entre pares. Sin embargo, consideró que se trata de una situación de violencia grave e inaceptable que se debe rechazar, condenar y prevenir.
Para Trapani, la prevención es la mejor estrategia frente a la violencia y el acoso escolar. “Hablar del tema, establecer rutas claras de atención para estudiantes de riesgo, fomentar la salud mental dentro de las comunidades educativas, realizar denuncias oportunas y promover espacios de participación son acciones indispensables”, resaltó el abogado.
Asimismo, consideró que cada acto de violencia dentro de un centro educativo es un llamado urgente a reflexionar sobre el entorno que se construye para la niñez y la adolescencia. “No esperemos a que la violencia escale para actuar. Las escuelas deben ser espacios seguros, basados en el respeto, el diálogo, el acompañamiento y el ejercicio de derechos”, concluyó.