La Guaira.- Esteban López vive en barrio Aeropuerto, una zona popular ubicada frente al terminal aéreo más importante del país. En su casa no llega agua por tubería desde hace unos 64 días.
En ese tiempo, López ha cargado agua desde diversas tomas. Su cuñado, un maletero que trabaja en el Aeropuerto de Maiquetía, le consiguió un carrito para facilitarle el trabajo de buscar agua. Así en el carrito de equipaje lleva tobos, pimpinas y cualquier envase que le permita transportar agua.
La situación se ha hecho más difícil desde que iniciaron los apagones en el mes de marzo, pues el agua no llega a las tomas acostumbradas y ha obligado a López y a sus vecinos a peregrinar por todo Catia La Mar en busca de agua que le permita cubrir las necesidades básicas de su familia.
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“Hoy buscamos agua en una pila debajo el puente de La Lucha y ayer tuvimos que ir hasta la entrada de Playa Grande. A veces tenemos suerte y hay alguna pila en los jardines del aeropuerto, pero desde los apagones las tomas de Hidrocapital están secas y no conseguimos agua allí”, refiere López.
Otra de las acciones a las que recurren vecinos es sacar agua de tanques. Así ocurre en los ubicados en el Polideportivo José María Vargas, donde acuden durante el día y la noche los vecinos de los bloques de 10 de Marzo, Alcabala Vieja, Tropical Uno y Dos y Mixtolito, entre otros, con tobos, bidones y hasta carretas para abastecerse.
“Hace dos meses que no me llega el agua. Vivo en la Alcabala Vieja y aún enferma debo hacer cada dos días un recorrido de por lo menos 30 minutos a pie para surtir de agua mi casa”, expresa Gladys Narváez, de 74 años de edad, mientras llena bidones en la planta desalinizadora ubicada en la avenida Bicentenario, a la altura de Mare Abajo.
De acuerdo a Hidrocapital la fuerte sequía que registra el oeste de Vargas se debe a la perdida de los litros que suma la aducción Caracas – Litoral y al decaimiento del caudal de Puerto Maya y Puerto Cruz, que surten la aducción Maya – Picure.
Mientras las fallas de energía eléctrica afectan también el suministro de agua en Vargas, los vecinos buscan opciones para hacerse de ella. “Aquí en el oeste no hay ríos grandes, sino hacia el este como Naiguatá, Macuto y Caraballeda.
Allí si se consigue agua del río. Aquí hay que guerrear mucho. A mi me prestan la carrucha y es así como cada dos días puedo ir a la entrada de Mare donde está la planta deslizadora y logro traer algo de agua a mi casa”, cuenta el vecino Leonardo Hernández.
Otros más que al buscar agua, piensan en salir a protestar de manera contundente. “Aquí no nos van a mandar agua hasta que no salgan a protestar”, asegura Gustavo Ascanio, vecino de Santa Eduvigis.
Largos trechos son recorridos por los vecinos del oeste del estado Vargas para buscar agua potable (N. Noriega). Empujando carruchas o cargando tobos, los vecinos de Catia La Mar y Urimare buscan como solucionar la fuerte sequía (N. Noriega).